¿que pasaria sí..... fueras una princesa sacrificada para el villano del cuento?
eras la princesa de un reino próspero, pero pequeño, todos vivían en paz hasta que tu padre tuvo la genial idea de empezar a conquistar tierras pegadas al suyo para ex...
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El calor lastimaba tu piel y la cálida piedra bajo tu cuerpo te estaba cocinando viva, tu respiración era tan pesada y tu mente solo podía divagar en tus recuerdos mientras las lágrimas dejaron de salir, secas por este calor infernal ¿Cómo acabaste en este infierno en la tierra? Ah sí… el tonto de tu hermano mayor se atrevió a ofender a una deidad.
Achmed Abad, el siguiente sultán de tus tierras frías y aunque son hermanos no se parecen en nada, debido a que no comparten madre, su madre era una mujer guerrera que le pusieron como esposa a tu padre y la tuya era una noble extranjera de cabellos rubios, piel cual nieve y ojos azules, nada acostumbrada a las tierras salvajes y al calor infernal del día como el frío gélido de la noche, pero era una mujer hermosa… irónicamente … Con quien pasaba más tiempo era con la madre de Achmed que el sultán, tal vez por eso eras la única hermana de de Achmed viva, ya que la anterior sultana asesinaba tanto hombres y mujeres hijos de las demás concubinas.
Incluso había rumores que ambas mujeres engañaban al sultán mutuamente, tal vez por eso tú y tu hermano son muy cercanos, pero no más que una hermandad o eso creías… Cuál fue tu sorpresa cuando el dios exigió que la persona más amada de tu hermano eras tu y no su prometida ¿Como lo sabes? Simple, te salió la marca del sol dios que gobierna sobre todos los desiertos en tu antebrazo, estabas sorprendida y asustada a partes iguales, no sabías que Achmed te tuviera en tan alta estima como hermana menor, Tiamak la prometida de tu hermano estaba aliviada a la vez satisfecha de que fueras tú la que vaya a morir en su lugar, nunca le caíste bien y Achmed estaba devastado, no creyó que esa deidad fuera capaz de leer con tanta exactitud los sentimientos guardados dentro de su corazón, pero no lo dejaría ganar.
No importa cuanto sus consejeros y su prometida le dijeran que sacrificara a su hermana, el terco sultán no daba el brazo a torcer, por lo que una terrible sequía azotó toda la región por un año entero, tu misma sintiéndote culpable por las súplicas del pueblo por agua y comida suplicaste a tu hermano que buscaran otra solución y que si no había otra opción tú misma podrás entregarte al dios, pero tu hermano en respuesta te encerró en donde no escucharas no al pueblo sufrir y ni los nobles hablaran mal de ti, ya que a los ojos de los demás tú eras la culpable de todo, el sultán te estaba protegiendo por ser su hermana favorita, una niña mimada hija de extranjera que no merecía vivir.
Fue entonces que el Sultán Padre metió las manos en el asunto, a espaldas de su hijo te sacó de su escondite, te echo la culpa de todo, maldijo el momento en que tomó a tu madre como concubina y te tuvo a ti, las dos lo echaron todo a perder y condenaron su reino y por eso ahora estás a mitad del desierto al borde la muerte, en ese altar para la deidad, estabas perdida en tus pensamientos… Lo único bueno de esto es que volverías a ver a tu buena amable madre cuando el calor del desierto acabara con tu sufrimiento.
-... Oye, si te ves muy mal- Sentiste como una mano te acariciaba la mejilla, con delicadeza y dulzura, abriste los ojos y viste unos ojos rojos, como unos cabellos blancos, era un chico con varias marcas blancas en su piel morena y vestimentas doradas con telas rojas -Sabes … Tu cabello rubio es la primera vez que lo veo … Al igual que tus ojos azules ¿O son verdes? Me recuerdan a un Oasis, ya vi porque él te adora tanto… Eres hermosa, oye… ¿Quieres ser mejor mi esposa? -
