Siempre he pensado que las palabras pueden decir muchas cosas más que cuando hablas con una persona, pero si hablamos de libros siempre he sido un fiel creyente de que pueden ser un ancla para salvarte de tu realidad.
Por lo cual siempre he creído que cada escritor le pone un poquito de su personalidad o de su vida diaria a sus libros. Pueden ser como pequeños diarios que en muchas ocasiones nos transportan a otros mundos o lugares.
Así que desde que era pequeño me ha encantado leer libros, ya sea por la curiosidad o la emoción de saber que pasara en el siguiente capítulo o simplemente poder escapar de mi realidad. Suena mal pero en pocas palabras los libros han sido mi salvación en diferentes ocasiones.
Los libros también crean conexiones con otras personas, por eso es que Remus y Lily cada vez que encuentran un libro interesante piensa en mí y yo pienso en ellos cuando leo algo que sé que podría gustarles. Así que los libros son de demasiada ayuda aunque a no todo el mundo les guste que en lo personal no logro entender a esas personas, por que hasta su aroma deberia de gustarles.
Pero siguiendo con lo que decía, los libros han sido mi refugio ya que era una escapatoria a mis problemas. La sensación de ir a una librería, abrir un libro, sentir su aroma y sorprenderte por la historia que esconde, es una de las mejores emociones que se pueden llegar a tener. Sirius no lo entiende o bueno la mayor parte de mis amigos no lo entiende pero los pocos que sí saben de lo que hablo.
Pero eso no era lo que pasaba en ese momento. Había agarrado un libro de una de las tantas estanterías que había en la librería. Era uno de mis favoritos y estaba tratando de relajarme pero la verdad no he podido relajarme desde que me llegó esa carta o bueno en especifico esa noticia.
Así que decidí dejar el libro en la mesa en la que estaba leyendo y caminé hacia el sofá que estaba en la sección infantil. Me senté y traté de que llegara suficiente aire a mis pulmones, llevaba días así, necesitaba calmarme. Este era el rincón que más me gustaba de la librería. Me encantaba venir aquí cuando era pequeño y no solo a mi.
Recuerdo que siempre fue nuestro lugar. Siempre veníamos a pasar el rato cuando regresamos de vacaciones de Hogwarts. Todos amábamos a la mamá de Barty era una persona demasiado dulce en pocas palabras para Pandora, Evan, Dorcas y yo era nuestra mamá. Ella era la que se preocupaba por nosotros a pesar de que el Señor Crouch siempre se enojaba por que ella nos ayudaba. A veces venía también Sirius y sus amigos, por lo cual también venían Effie y Monty. Esos días eran los mejores para mi. Aunque a mamá no le agradará para nada esto.
Esta librería era de la mamá de Barty, la había comprado para poder hacer algo mas que estar encerrada en su casa. Recuerdo que Barty y yo fuimos los primeros en verla y en decirle que nos encantaba el lugar, en ese entonces teníamos 5 años y solo eramos Barty y yo. Y fue de las mejores decisiones que tomó, ya que después de la muerte del señor Crounch ella se concentró en su librería y logró salir adelante.
El nombre de la librería era el corazón del león. Al principio no entendía el nombre pero con el paso de los años y cuando fui mucho más grande entendí que se la puso por la constelación donde estaba mi nombre. Cuando mi madre aún no era como es ahora nos traía aquí, a Sirius y a mí, aquí es donde aprendí a leer antes de que muriera papá.
Extraño esos momentos. Extraño a papá, extraño como era mamá y ahora desde hace unas semanas extraño a la mamá de Barty.
-Aunque sigas pensando en eso y vuelvas a leer la carta nada cambiará lo sabías
Miré hacia arriba y me encontré con que Barty me estaba mirando desde el mostrador. Estaba tratando de componer algunos papeles sobre facturas y pagos. Estaba señalando la carta que tenía en mis manos.
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James Potter y otros desastres
FanfictionRegulus Black tendra que tomar desiciones importantes en su vida y reencontrarse con personas que penso nunca volver a ver.