Reencuentros

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Antes de que lean quiero que sepan que hoy habran mas errores, tratare de mejorarlos solo que hoy tuve un dia ocupado. Espero lo disfruten :)

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Después de hablar un poco con todos, la puerta de la librería se volvió a abrir y así siguió al menos por unas 2 horas. Por lo cual todos tuvimos muchos clientes que atender. La mayoría de ellos ya conocía el lugar y entraban animados al ver que habían ofertas, y unos pocos simplemente vieron el lugar y decidieron averiguar qué pasaba.

Amaba ver como las personas se emocionaban al ver el libro que tanto buscaba o como se intrigaban por alguno que llamara su atención. Hubo un momento donde me canse simplemente yo no estoy hecho para atender a muchas personas o hablar con ellas, pero decidí ordenar y poner los libros que aún no estaban en las repisas.

Después de terminar con mi tarea, me pase la mano por la frente, y todavía seguía teniendo la sensación de que me daría una migraña, así que decidí que era hora de salir a tomar algo de aire fresco.

-¿Quieren un café? - pregunte en voz alta para que todos me escucharan

Todos asintieron y regresaron a las cosas que hacían. Barty estaba cobrando unos libros, mientras que Pandora, Evan y Dorcas se encargaban de atender a los clientes o resolver dudas y por último Marlene estaba leyendo cuentos en la sección de niños y tratando de convencer a los niños de comprarlos.

Agarré mi teléfono, recogí mi bolsa con un libro adentro para leer mientras esperaba y salí a la calle. Como era de esperarse había calor ya que estábamos en verano, todo era más cálido y no se necesitaba llevar abrigos o suéteres. El verano aquí hacía que recordara demasiadas cosas ya sea por aromas que se sentían o personas que regresaban después de mucho tiempo de no ver a su familia.

La librería se encontraba en un lugar donde había bastantes estudiantes, artistas y turistas pero aun así seguía siendo tranquilo. Cuando vivía aquí nos encantaba recorrer las calles ya sea con bicicletas o simplemente caminando, simplemente había algo en este lugar que en ese entonces se sentía mágico y especial.

Camine sin prisa en dirección a la cafetería donde siempre íbamos antes. El sol estaba demasiado fuerte por la mañana y las nubes eran blancas, pero como ya era tarde se empezaba a ver el atardecer. Miré al cielo tratando de ordenar mis pensamientos o pidiendo que una entidad o alguien me diera la respuesta. La boda iba a celebrarse en el inmenso jardín de la casa de Effie, no se como mi madre había aceptado ir. Le había dicho a Remus que si de verdad quería casarse ahí porque la lluvia podía arruinarlo pero simplemente dijo que no. Sirius y Remus llevaban meses planeando la boda perfecta o bueno la boda que siempre soñaron ellos.

Cuando llegué a la esquina pude ver que la cafetería estaba rebosando de gente. Estuve a punto de darme vuelta y decirles que simplemente estaba cerrado, pero de verdad quería un croissant y un café latte.

Me coloque en la fila y aproveche el tiempo para ver el correo del trabajo. Tenía varios mensajes de Horace Slughorn, el editor que me supervisaba. Necesitaba saber si ya había terminado de repasar el último manuscrito que me habían dado. Respire, me llevé las mano a las sienes y cerré los ojos, de verdad nada me salía bien en estos días. Coloque una alarma en mi teléfono para recordar que tenía que imprimirlo y así poder trabajar en él después de la boda de Sirius. Y mientras me concentraba cada vez mas en lo que tenia que hacer no escuche lo que me preguntaban.

-Disculpe, te preguntaba si ibas a pedir alguna cosa

Abrí los ojos y le sonreí al camarero en forma de disculpa.

James Potter y otros desastresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora