Decisión parte 1

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Escuchaba golpes a lo lejos no sabía de dónde provenía el sonido

Abrí los ojos a regañadientes solo para comprobar que aún no había amanecido

Y otra vez golpes en la puerta

No había sido un sueño o mi imaginación. Alguien estaba afuera, tocando la puerta, Bueno mejor dicho, alguien quería tirar la puerta. Me senté en la cama de inmediato y miré la hora en mi reloj de mesa. Eran las cinco, apenas llevaba un rato durmiendo. Me levanté sin hacer ruidos y eché un vistazo por la mirilla.

¿Remus? ¿Qué demonios hacía allí?

Abrí la puerta de golpe y el, que por lo visto tenía la oreja pegada a la puerta, cayó encima de mí. No pude encontrar equilibrio y caímos al suelo, arrastrando con nosotros un perchero de pie que siempre estaba repleto de chaquetas de todos nosotros. Uno de los brazos me golpeó en la frente.

- ¡Ay!

- Oh, Dios mío, Reg, Lo siento mucho. ¿Estás bien?

Lo mire en la penumbra sin apartar la mano de mi frente. Iba a salirme un chinchón. Gateo hasta mí para ver el golpe.

- Lo siento - volvió a disculparse. Y de repente me agarró de los dos brazos y me movió - ¿Por qué has abierto sin avisar? Casi nos matas.

- ¿Que por qué..? Creo que se te esta pegando el drama black y ¿Que haces tu aquí a las cinco de la mañana? Me has asustado ¿No deberías de estar en un avión rumbo a tu luna de miel?

- No sale hasta dentro de dos horas

Me levanté del suelo y me dirigí al baño para poder verme en el espejo. Remus me siguió. Encendí la luz y un rostro pálido y demacrado me devolvió la mirada. Sobre la ceja derecha tenía una marca roja que comenzaba a inflamarse. Moje una toalla en agua fría y presioné sobre la contusión.

- Lo siento. ¿De verdad te duele?

- Sobreviviré. ¿Qué haces aquí? ¿Va todo bien?

- Si, tranquilo, solo quería verte y darte una cosa antes de marcharme. - se miró las manos y después se palpó la ropa como si buscara algo - Espera, se me debe haber caído.

Corrió hasta la puerta y lo seguí, a tiempo de ver como se agacha y recoge del suelo un sobre blacno. Me lo entregó.

- Toma, es para ti

- ¿Para mí? - susurré mientras lo abría

Saqué unos billetes de avión. Fruncí el ceño, sin entender. Por un momento se me pasó por la cabeza que quisiera que fuese con ellos a la luna de miel ¿Se había vuelto loco?

- ¿Qué es esto?

- Un regalo

- ¿Un regalo? Mi cumpleaños fue hace bastante tiempo y ya me hicieron uno, tú y Sirius.

- Este es un regalo importante. Creo que es el más importante que te haré - dijo con una cara seria

- Remus, de verdad, te quiero has sido mi amigo durante mucho tiempo, pero como no empieces a explicarte voy a ponerme a gritar. Es muy temprano, estoy cansado y tú deberías de estar en el aeropuerto con mi hermano - gemí - Esto es demasiado raro.

Él suspiró antes de agarrar mi mano y conducirnos al sofá. Se sentó y me pidió con un gesto que hiciera lo mismo.

- Está bien, es un billete de avión a la isla del Principe Eduardo.

- ¿Para mi?

- Si

- ¿Por que?

- Para que vayas allí

James Potter y otros desastresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora