CAPÍTULO 13

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Tn se encontraba en un lugar oscuro y sofocante, rodeado de sellos y velas que parpadeaban tenuemente, proyectando sombras inquietantes en las paredes. Las cadenas que lo mantenían prisionero eran frías y pesadas, como un recordatorio constante de su situación desesperante. La atmósfera estaba impregnada de un aire denso y opresivo, y el silencio era casi ensordecedor. Su mente, aunque nublada por la confusión y el cansancio, procesaba la magnitud de lo que había sucedido.

De repente, el sonido de una puerta chirriante rompió el silencio. Tn levantó la cabeza, sus sentidos agudizándose al reconocer que alguien se acercaba. Cuando la figura entró, su corazón dio un vuelco al escuchar la voz de Yuki. La familiaridad de su tono era como un faro en la oscuridad, y rápidamente se acercó a él, su presencia inyectando una chispa de esperanza en su pecho.

-Tn, ¿estás bien?- La preocupación en su voz era palpable, y por un momento, la característica actitud de Yuki se desvaneció, dejando al descubierto la genuina alarma que sentía al verlo encadenado. Sus ojos brillaban con un destello de ira contenida y desesperación, y Tn pudo ver cómo su rostro reflejaba su angustia.

Detrás de ella, un par de altos mandos se quedaron quietos en la puerta, observando la escena con una mezcla de desdén y autoridad. Yuki, sin perder tiempo, se volvió hacia ellos, su voz mordaz y llena de reproche. -¿Era realmente necesario que tuvieran encadenado como un perro al hombre que acaba de matar a los dos sujetos que nunca hubieran logrado controlar?- La forma en que enfatizó "hombre" dejó claro que, aunque su comentario era agudo, había un trasfondo de cariño y respeto en sus palabras.

 -¿Era realmente necesario que tuvieran encadenado como un perro al hombre que acaba de matar a los dos sujetos que nunca hubieran logrado controlar?- La forma en que enfatizó "hombre" dejó claro que, aunque su comentario era agudo, había un trasf...

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Tn sintió una oleada de gratitud hacia Yuki por defenderlo, pero también una punzada de dolor por la situación en la que se encontraba. Las cadenas le recordaban su impotencia, y la mirada de Yuki, llena de preocupación, lo hacía sentir aún más vulnerable. Los altos mandos, ante la confrontación de Yuki, se mantuvieron en silencio, sus expresiones cambiando a una mezcla de sorpresa y enojo.

-No es un animal- continuó Yuki, su voz firme y decidida. -Es un hechicero, uno de los más fuertes. ¿Qué les hace pensar que esto es lo correcto?- Las palabras se dispararon como flechas, y Tn pudo sentir la tensión en el aire mientras la situación se intensificaba.

Los altos mandos intercambiaron miradas, pero Yuki no se dejó intimidar. Su postura era defensiva, y el fuego en sus ojos desafiaba la autoridad que representaban aquellos que le habían hecho daño a Tn. En ese momento, Tn se dio cuenta de que, a pesar de su encadenamiento y la situación crítica, no estaba solo. La lealtad y el apoyo de Yuki eran un recordatorio de que había quienes estaban dispuestos a luchar a su lado, incluso en los momentos más oscuros.

Yuki se agachó junto a Tn, su mirada decidida mientras comenzaba a aflojar las cadenas que lo mantenían prisionero. Con manos firmes y seguras, empezó a deshacer los grilletes que lo mantenían cautivo. Al mismo tiempo, levantó la venda que cubría los ojos de Tn, revelando su rostro y permitiéndole volver a ver el mundo. La luz tenue del lugar iluminó sus rasgos, y Yuki no pudo evitar sonreír al ver su expresión de sorpresa y alivio.

The Sorcerer Of The Evil EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora