CAPÍTULO 20

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La habitación de Makima estaba sumida en una penumbra tranquila, el suave resplandor de la lámpara iluminaba sus rasgos serenos y enigmáticos. Sin embargo, esa calma se vio interrumpida por un escalofrío que recorrió su columna vertebral, una sensación que la alertó de que no estaba sola. El aire se volvió denso, y su instinto agudo le dijo que alguien había cruzado la puerta sin su permiso.

Con una rapidez que delataba su experiencia, Makima se puso en guardia, su mente calculando cada posible movimiento. Su corazón latía con fuerza mientras su mirada se desplazaba por la habitación, buscando cualquier indicio de intrusos. Entonces, sintió una presencia detrás de ella, un aura poderosa que no podía ignorar.

Sin perder tiempo, giró sobre sus talones, su mano se alzó con la intención de ejecutar su clásico disparo de dedos, una técnica que había utilizado en innumerables ocasiones para deshacerse de amenazas. Pero antes de que pudiera desatar su poder, se sintió atrapada. Una fuerza abrumadora la sometió, y su cuerpo se vio empujado contra la mesa, la madera dura presionando su abdomen.

Tn estaba allí, su figura imponente y segura, mirándola con una mezcla de desafío y un destello de diversión en sus ojos

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Tn estaba allí, su figura imponente y segura, mirándola con una mezcla de desafío y un destello de diversión en sus ojos. La tensión en el ambiente era palpable, y aunque Makima se sentía vulnerable en esa posición, no pudo evitar que una chispa de excitación la recorriera al darse cuenta de que, a pesar de todo, Quanxi no había logrado matarlo.

 La tensión en el ambiente era palpable, y aunque Makima se sentía vulnerable en esa posición, no pudo evitar que una chispa de excitación la recorriera al darse cuenta de que, a pesar de todo, Quanxi no había logrado matarlo

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-¿A qué mierda crees que estás jugando? -demandó Tn, su voz baja y amenazante, mientras la mantenía firmemente contra la mesa. Había una intensidad en su mirada que hacía que Makima sintiera un extraño cosquilleo de adrenalina.

Makima, a pesar de la situación, sonrió con una mezcla de desafío y astucia. -¿Acaso no es obvio? -respondió, su tono provocativo. -Juego a ganar.

Tn se inclinó un poco más cerca, su rostro a solo unos centímetros del de ella, la tensión entre ellos se volvía electrizante. -No eres la única que puede jugar, Makima. Pero ten cuidado, porque el juego que estás jugando puede volverse en tu contra.

La mirada de Makima se mantuvo fija en la suya, un fuego interno ardiendo en sus ojos. A pesar de la posición en la que se encontraba, había algo en la forma en que Tn la había atrapado que la intrigaba. Él no era simplemente una víctima; era un desafío, un adversario que había superado las expectativas.

The Sorcerer Of The Evil EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora