CAPÍTULO 24

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La expresión de Mai Zenin era un torbellino de emociones cuando la noticia alcanzó sus oídos. El peso de la revelación la aplastó: tanto ella como Maki habían sido expulsadas del clan Zenin, todo por culpa de Maki. La furia burbujeaba dentro de ella, una rabia silenciosa que luchaba contra la desesperación. Era un sentimiento aterrador, uno que la hacía cuestionar su lugar en el mundo. La idea de ser despojada de su linaje, de ser una paria, le llenaba de pavor.

Mientras tanto, Maki permanecía seria y fría, casi imperturbable ante la noticia que acababa de darles su madre, un eco distante de la realidad que se cernía sobre ellas. Mai no podía entender cómo su hermana podía mantener la calma en un momento tan crítico.

—No es justo— se quejó Mai, su voz temblando al borde de la frustración. —¡No podemos dejar que esto pase así! ¡No quiero ser expulsada de mi clan!

Su madre, la figura autoritaria que siempre había representado la tradición y el rigor del clan Zenin, la miró con una mezcla de compasión y determinación. —Mai— dijo, su voz grave y firme—, no hay vuelta atrás. Lo que ha sucedido ha puesto en peligro la reputación del clan y no podemos permitir eso.

Mai sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor, mientras la palabra "expulsión" resonaba en su mente. La visión de su futuro se tornaba oscura y llena de incertidumbre. La idea de ser una forastera, de no tener un lugar al que llamar hogar, la aterraba.

Pero, de repente, su madre continuó, y en sus palabras había un destello de esperanza. —Sin embargo... quizás hay alguien que pueda ayudarlas.

El nombre resonó en el aire como un trueno. Maki, que había permanecido en silencio, abrió los ojos al escuchar eso. La sorpresa cruzó su rostro, un rayo de interés en medio de la tormenta emocional. —¿Quién?— preguntó, su voz con un matiz de curiosidad, casi como si esperara que su madre revelara un secreto que podría cambiarlo todo.

—Tn Uchiha— respondió su madre, y el simple hecho de pronunciar su nombre hizo que el ambiente cambiara. La mención de Tn, un nombre que había adquirido peso en sus vidas, era como una luz que se filtraba a través de la oscuridad.

Mai no sabía qué pensar. La idea de acercarse a Tn, el hombre que había estado involucrado en tantas complicaciones, parecía arriesgada, pero al mismo tiempo, había una parte de ella que quería aferrarse a cualquier posibilidad de salvación. Maki, por otro lado, sintió una oleada de determinación. Aunque la situación era crítica, la idea de buscar ayuda en Tn les daba una chispa de esperanza.

—Quizás, solo quizás, él pueda ayudarnos a encontrar una manera de revertir esta situación— dijo Maki, su tono ahora más resolutivo.

Mai, sintiendo que la desesperación comenzaba a disiparse un poco, asintió lentamente, aunque aún llena de dudas. La idea de recurrir a Tn Uchiha, un hombre que había demostrado ser fuerte y astuto, podría ser su única oportunidad. Y aunque el camino por delante estaba lleno de incertidumbres, una pequeña llama de esperanza comenzó a encenderse en su interior.

Yaeko estaba sentada en un rincón del parque, la luz del sol filtrándose a través de las hojas de los árboles, creando un halo dorado a su alrededor. Era un momento de tranquilidad, una pausa en medio del caos habitual de su vida. Sin embargo, esa paz se vio interrumpida cuando, de repente, Shoko apareció por detrás, tomándola por sorpresa.

—¡Boo! —exclamó Shoko, abrazando a Yaeko con fuerza. La calidez de su abrazo la envolvió, y Yaeko no pudo evitar sonreír al sentir su energía vibrante.

—Hola, Shoko— respondió, girándose para mirarla. —¿Qué te trae por aquí?

Shoko se separó un poco, sus ojos brillando con una mezcla de preocupación y entusiasmo. —He estado escuchando rumores. Los altos mandos están que se suben por las paredes ahora que has dejado de hacer misiones. ¿Qué piensas de eso?

The Sorcerer Of The Evil EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora