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El silencio nunca había sido tan cómodo como lo era cuando Minji era la compañía de Hanni. No estaba del todo segura de por qué era eso, pero sabía que, sentada allí mientras el sol brillaba y la brisa soplaba sobre ellas, no habría querido estar en otro lugar.

El único ruido que se podía escuchar era el que hacían los pájaros que las rodeaban, los perros que pasaban ocasionalmente y los pasos de las personas que se tomaban su tiempo para dar un paseo por el parque.

Hanni no sabía por qué, pero a pesar de todo lo que podría haber sabido o sospechado sobre Minji, pasar tiempo con ella se había convertido en algo que esperaba con ansias, en secreto.

"Es hermoso." dijo la chica mayor, su voz profunda de repente llenó el silencio al que se había acostumbrado rápidamente.

Su cabeza se giró para mirar a la chica que estaba mirando directamente hacia adelante, disfrutando claramente de la vista que estaba observando.

En ese momento, con los pájaros cantando, la brisa fresca soplando y el sol resplandeciente sobre ellas, Hanni sintió que no ella cambiaría nada. Especialmente no la vista que tenía, de Minji mirando a la distancia, sus labios curvándose en una pequeña sonrisa satisfecha mientras el sol hacía que sus ojos brillaran aún más de lo que solían hacer. Si Hanni no tuviera cuidado, podría enamorarse de la chica sentada a su lado.

Hanni asintió en acuerdo, aunque en su mente la vista no había sido el río frente a ellas, sino la mismísima Minji.

"¿Vas a estar por aquí esta noche?"

Hanni asintió con la cabeza, finalmente mirando al río en lugar de a la otra chica.

"Estoy cansada de pasarme el rato con la parejita." Minji anunció, riendo ligeramente. Claramente haciendo referencia a Yujin y Wonyoung. "¿Me harías compañía?"

Tal vez su boca hablaba antes de que su cerebro pudiera procesar la pregunta, porque se encontró aceptando la invitación incluso antes de saber lo que Minji quería hacer.

Lo siguiente que supo fue que iban a algún lado. Hanni no estaba segura de dónde, pero, de alguna manera y sin mucha razón, había empezado a confiar en Minji.

Sentada en el asiento del copiloto del auto de Minji, tenía muchas cosas en la cabeza. Y no mucho de eso estaba relacionado con sus planes o hacia dónde se dirigían. En cambio, Hanni se encontró preguntándose por qué Minji era tan cautivadora para ella. ¿Por qué siempre se alegraba de verla?

Incluso mientras hacía algo tan simple como conducir su auto, Minji se veía impresionante. Sin esfuerzo, también. Su cabello estaba desordenado y atrapado en un moño, los pelos sueltos se movían con el viento que salía de la ventana abierta. Sus manos agarrando el volante y haciendo que Hanni mirara fijamente como si hubiera algo especial en ella. Como si nunca hubiera visto otra alma manejar.

Los ojos de Minji se centraron en el frente, su mirada y su comportamiento general estaban enfocados y serios. Algo profundamente atractivo, notó la menor. Y luego estaban las canciones sonando, las que Minji parecía haber seleccionado cuidadosamente, ya que Hanni se había dado cuenta de que había elegido una playlist en específico una vez que se habían metido en el auto.

Hanni se dio cuenta de que las canciones que sonaban coincidían con la chica que conducía. Se sentían nostálgicas, un poco tristes, rotas y demasiado encantadoras. El tipo de música a la que podrías conducir mientras te imaginas estar en una película, pero también las canciones con las que puedes llorar y sanar. Estas canciones se sentían como si hubieran existido durante más décadas de lo que lo habían hecho, incluso si no era así. Al igual que Minji. Hanni sentía que había sido parte de su vida durante más tiempo del que en realidad lo había hecho, como si siempre hubiera pertenecido allí, pero ninguna de las dos se había dado cuenta antes. Tal vez ella seguía siendo la única que tenía un pensamiento tan tonto.

Caos | BbangsazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora