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Hanni estaba en el trabajo cuando recibió una llamada.

Número desconocido.

Fue extraño porque rara vez recibía llamadas, mucho menos de números desconocidos.

Dudando, lo miró fijamente por un momento, pero finalmente aceptó la llamada. La curiosidad pudo ganarle esta vez.

"¿Pequeña Pham?"

Espera.

¿Cómo?

"¿Minji?" El shock debe haber sido notable en su voz porque Hanni escuchó a la chica reírse.

Qué sonido tan bonito.

Luego escuchó ruidos fuertes. De gran magnitud. Demasiado.

"Hey." Minji volvió a hablar, sonando como si estuviera jadeando. Como si estuviera corriendo un maratón.

Fue confuso. Lo último que escuchó sobre ella era de que la chica estaba en la cárcel. O debería estarlo. Después de todo, ella había estado en la corte hoy y seguramente ya estaría de vuelta en prisión.

Su nombre nunca había sido revelado al público. Nunca lo sería. Fue parte de un acuerdo con la policía. Más específicamente, la agencia para la que trabajaba la Sra. Marsh. Ahora sabía por qué Danielle y Kai habían insistido en que seguramente había más en Minji de lo que se podía ver.

Parecía injusto que Minji hubiera ayudado a tantos y que nadie lo supiera.

Pero Hanni sabía que era para su propia protección.

Se podían escuchar ruidos más fuertes, Hanni no podía evitar estremecerse y reaccionar ante ellos. "Minji, ¿qué está pasando?"

La chica no respondió a su pregunta, sino que eligió cambiar de tema. "¿Recuerdas cuando estábamos en esa cafetería de tu universidad. Tu intentabas estudiar, te pedí un papel y lápiz y escribí algo?"

Hanni tarareó. Sin poder entender cómo se relacionaba eso con su pregunta que quedó sin respuesta.

"Nunca pude decírtelo."

¿Por qué sonaba como si la otra estuviera llorando?

Ruidos más fuertes, esta vez más cerca. Casi dejando sorda a Hanni por lo estruendosos que eran.

"Minji, solo dímelo cuando nos volvamos a ver."

"No creo que pueda hacer eso, pequeña Pham."

Silencio, de ambos lados.

"Parece que me olvidé de alguien." Minji se rió, pero hubo un jadeo y gruñido después. "Tengo que irme ahora, pero quería decírtelo antes de hacerlo."

"No." Hanni dijo inmediatamente. No quiso que la otra siguiera hablando. No cuando sonaba como un adiós permanente. Como un "te veo en la próxima vida."

"Minji, ¿dónde estás?"

"No estoy muy segura para ser honesta contigo."

"¿Qué está pasando?"

Minji todavía tenía su sentido del humor, eso estaba claro. "Bueno, actualmente estoy tratando de confesarme al amor de mi vida y ella me está molestando con preguntas sin importancia sobre mi paradero."

"Minji..." Hanni susurró. Sin saber si debería centrarse en el humor utilizado para encubrir lo que sea que estaba mal, en la evitación o en el hecho de que Minji la haya llamado como el amor de su vida.

"Necesitaba que supieras que te amo. Eso es lo que escribí. Más o menos."

"¿Me amas?"

Minji se rió: "Por supuesto que sí, pequeña Pham."

El ruido de repente se volvió aún más fuerte, asustando a Hanni una vez más. "Minji."

"Tengo que irme." le dijo la otra chica a toda prisa. "Pero me siento aliviada de finalmente habértelo podido decir."

"Deberías habérmelo dicho en persona."

"Sí, debería haberlo hecho. Quizás la próxima vez."

"Estaré esperando."

Minji no respondió. La llamada se llenó de nada más que ruido antes de que se cortara de repente. Terminando sin más palabras intercambiadas.

El único ruido que llenó el silencio que la rodeaba fueron sus sollozos.

Caos | BbangsazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora