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Minji fue liberada. Declarada inocente después de que algunas pruebas cruciales estuvieran misteriosamente desaparecidas. Su abogado era uno bueno de la gran ciudad. Demasiado caro para que alguien que vivía de la manera en que ella lo hacía, lo pueda pagar.

Tal vez Yujin tenía razón.

Hanni se lo contó todo a sus amigos. Todos ellos aconsejaron que Hanni que no pasara otro segundo más a solas con Minji.

Tal vez debería seguir ese consejo.

Estaba parada afuera de la prisión de la ciudad cuando observó cómo Minji salía de las instalaciones, siendo guiada a un auto por hombres de aspecto rudo. Hanni dándose cuenta de los pocos moretones que la mayor mostraba.

Sus miradas se encontraron por un segundo antes de que la mayor rompiera el contacto visual y entrara en el auto con las ventanas polarizadas.

Hanni solo pudo suspirar de decepción mientras observaba cómo se desarrollaban los acontecimientos.

"Ella fue la razón por la que casi mueres, ¿Verdad?" Hanni finalmente preguntó, acostada en la cama de su hermana mientras jugaba a sus videojuegos.

"Sí." respondió casualmente. Como si fuera una cosa de todos los días de la que hablaba.

"¿Qué pasó?"

"No es mi historia para contar."

"Terminaste al borde de la muerte. Estoy segura de que eso te da derecho a contarlo."

Su hermana detuvo el juego, suspirando antes de girarse hacia ella.

"Te preocupas por ella, ¿No es así?"

Hanni no había estado preparada para esa pregunta, pero no tenía la energía para negarla.

A estas alturas ella había aceptado como eran las cosas.

Que Minji no era buena persona como ella pensaba. Que lo que sea que tuvieron no podría llegar a ser algo más. Que Yujin tenía razón sobre lo peligrosa que era la chica.

"Lo hacía."

"Tiempo en pasado. ¿Eso ha cambiado?"

No.

"No lo sé."

Yujin sonrió, era una sonrisa triste. Llena de comprensión tácita.

"Si te hace sentir mejor, no eres la primera en gustar de ella. Y ciertamente no serás la última."

"No lo hace, pero gracias por intentarlo."

Realmente no lo hizo. Saber que ella no era la primera ni la última en tener algo con Minji estaba haciendo lo contrario de ayudar.

"Entonces, sobre tu origen como Frankenstein, ¿Qué pasó?"

Yujin suspiró, derrotada por su terquedad. Probablemente sabiendo demasiado bien que no dejaría de molestarla hasta que obtuviera una respuesta.

"Minji, lo intentó. No sé qué le pasó. Ella nunca había intentado hacerlo antes. Alejarse y huir de todo. Pero ella lo hizo esa vez. Y yo pagué el precio de eso." Yujin se encogió de hombros. Realmente no ofrecía muchos detalles, pero Hanni pensó que estaba empezando a conectar todo. "Supongo que pensaron que yo era a quien podían usar para llegar a ella y tuvieron razón. Ella volvió corriendo una vez que se enteró de lo que pasó."

Hanni asintió, profundamente en su pensamiento.

Una vez juró que si Minji hubiera sido la causa de la casi muerte de su hermana, la odiaría.

Entonces, ¿por qué no sentía odio ahora mismo?

Veintiuno.

Hanni tenía veintiún años la próxima vez que se encontró con Minji.

Caos | BbangsazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora