Capítulo 7

303 44 11
                                    

   Un rato después de que Uk se llevara a Francia al hospital, Argentina le pidió a Angeline que le trajera una taza de té. Permaneció en la sala meditando sobre lo sucedido hasta que su amiga apareció con lo pedido.

   -¿Está bien, señorita Argentina?

   -No... sigo sin creer que Francia estaba embarazada de mi esposo -dijo la argentina melancólica.

   No eran las únicas en la habitación, otra sirvienta estaba en el suelo limpiando una mancha rojiza en la alfombra. La sangre de Francia.

   -¿Qué fue lo que ocurrió?

   Su pregunta puso incómoda a Angeline y esto le pareció extraño a la rubia.

   -L-Le llevé una taza de té a la señorita Francia porque ella me lo ordenó... tomó tranquilamente su té y un rato después empezó a gritar por el dolor... ¡Pero no la envenené, lo juro!

   -Es muy extraño que justo después de que tú le sirvieras té a Francia a ella le ocurriera esto.

   -¡Mi señora! ¡Juro que no le puse nada al té!

   -Te creo, Angeline... pero el simple hecho de haberle servido té justo antes de que todo esto ocurriera te pone en una mala posición -explicó Argentina -Además si la razón de todo esto fue porque Francia ingirió alguna sustancia, mi esposo no dudará en investigar al respecto y tú serás la principal sospechosa.

   -Entiendo, señorita. Soy inocente así que pase lo que pase, estaré dispuesta a cooperar.

   La latina sabía que Uk no tardaría en iniciar una investigación en cuanto regrese. Una parte egoísta suya se sintió frustrada al no poder decirle al inglés que Urss la había tocado sin su consentimiento, lo único que alcanzó a decirle fue que el ruso la acosaba con la mirada. De no haber sido por los gritos de Francia, habría podido entenderse con Uk sin discusiones de por medio...
   Se reprochó a sí misma por pensar de esa manera, aunque odiaba a la francesa no era lo suficientemente cruel como para pasar por alto su salud. Vió la sangre en el vestido de Francia con sus propios ojos, era muy poco probable que todo fuera una actuación suya ¿Quién en su sano juicio fingiría algo así? Pero ante el cambio de personalidad de la francesa cuando ésta la tomó del brazo, todo podía ser posible.

   Por lo que respecta a Angeline, Argentina sinceramente esperaba que Uk llevase a cabo la investigación de forma justa, sabía como se ponía su esposo cuando algo malo pasaba con su amante y si nunca tuvo piedad con ella que era su esposa, menos la tendría con otra persona.
   Confió en Angeline no solo por ser su amiga sino también porque sabía que ella no tenía ninguna razón para hacerle daño a Francia y aunque la chica siempre mostró desaprobación por la relación no tan secreta de Uk y su amante, no era razón suficiente como para hacer algo así.

   De hecho, antes de que ese incidente ocurriera, quería contarle a Uk una sospecha que había estado rondando por su mente desde hace mucho tiempo. Los videos de las cámaras de seguridad.
   Nunca los vio porque Uk no se lo permitió pero hasta donde él le contó, en ellos se lograba a verla a ella saliendo de la mansión para reunirse con Usa. Dado que nunca salió de la casa porque no tenía la necesidad de ir a ningún lado, lo único que se le ocurría era que alguna empleada de la casa se estuviera haciendo pasar por ella para inculparla.

   Era la única explicación que se le podía ocurrir pero el verdadero problema era descubrir quién era la mujer que se hacía pasar por ella. Podía ser cualquiera ya que todos en esa casa la odiaban.
   Argentina soltó un suspiro por el cansancio que sentía de solo pensar en eso. Cuando se casó con Uk esperaba tener una vida tranquila y sin preocupaciones pero la insistencia del británico en tener sirvientes por doquier debido a las costumbres de su país la llevaron a vivir una rutina en donde no paraba de sentirse sofocada y estresada. A donde quiera que iba, en cualquier rincón de esa enorme casa se sentía observada, siendo criticada por cada acción que cometía y cada cosa que decía.

El Dolor de tu Ausencia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora