Nevra POV
-Mi nombre es Perséfone, soy la Gran Comandante de Los Cazadores. La persona a cargo de esta gran organización. Y, además, soy tu abuela
Un horrible escalofrió me sacudió el cuerpo cuando la señora, que se había acercado a nosotros, dijo esa última frase.
La persona que lidera Los Cazadores era la abuela de Alysa. Su familia no eran simples soldados. Eran los que estaban a cargo.
Me giré rápidamente hacía mi compañera, dándole la espalda a todos los Cazadores detrás de nosotros, sabía que era una pésima idea, pero mi prioridad estaba frente a mis ojos.
<<Detén, ya, esos pensamientos.>>
Alysa me miró con sus ojos vidriosos y una tristeza que oprimió mi corazón. Fue difícil para ella descubrir que su familia eran parte de Los Cazadores, aún más sabiendo que su tío era responsable directo de la muerte de mi pueblo y de mis padres. Aunque pude convencerla de que no había forma de que yo la dejara de amar por algo así, y por nada en realidad. Ahora, esos pensamientos estaban devuelta y volvieron con aun más fuerza.
Alysa no debería de sufrir por esto. Al contrario, ella también es una víctima más de su familia. Esa basura nunca la mereció, nunca la trato como debían. Ella no debería derramar una sola lagrima por esa escoria.
<<Son mi familia, Nevra. Son mi familia y quieren destruir este mundo y su gente. Quieren matarte a ti.>> -El dolor que sentía viniendo de Alysa a través de nuestro vínculo solo avivo la ira que sentía hacía su supuesta familia.
En serio, los quería a todos muertos.
<<No lo son. Yo soy tu familia, no ellos. Puede que compartas sangre con esas personas, pero eso no vale nada. No se compara a lo que tú y yo tenemos ¿lo entiendes?>>
<<Nevra...>> -Una lágrima se deslizó por la mejilla de mi compañera. Sentí que quería creerme, fuertemente, pero aún sentía como ella creía que tenía que responder, en parte, por lo que había hecho su familia.
-¿En serio sigues sin crees que no nos va a traicionar? -La voz de Cassandra se filtró en mi conversación con Alysa. Los Cazadores se giraron hacía ella, al igual que yo, pero no hicieron nada. No sé porque estaban permitiendo esto, pero tampoco iba a cuestionarlo. -Es igual a ellos. Lleva su sangre. El Oráculo se equivocó al dártela como compañera
-¡Maldición, Cassandra! ¡Cállate! No te atrevas nunca a repetir eso. -Mire con furia a mi hermana, quien retrocedió un paso ante ello. Ella no estaba preparada para verme tan enojado, mucho menos cuando esa ira iba dirigida hacía ella.
Puede que sea mi hermana y que me sienta agradecido con El Oráculo porque ella este viva cuando tantos años pensé que no era así, pero no iba a permitir que le faltara el respeto a Alysa. Nunca.
<<En algo tiene razón. Te merecías algo mejor. No una compañera que viene de una familia que no ha hecho más que hacerte daño a ti y a las personas que amas.>>
Mierda, no me gustaba lo que estaba diciendo Alysa. Ni la forma en la que estaba pensando de sí misma, de nosotros. Necesitaba más que palabras. Necesitaba tocarla. Podía transmitir con besos y caricias lo que las palabras no podían, pero con las manos atadas como las tenía eso iba a ser imposible.
Así que tenía que hacer un esfuerzo titánico para que mis palabras sean suficientes para sacarla del hoyo profundo que eran sus pensamientos, y para que lo pueda hacer en el menor tiempo posible, porque sabía que Los Cazadores no iban a permitir esto por mucho más tiempo.
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El Príncipe de las Sombras [Nevra Eldarya]
FanfictionPrimer libro de la serie Amor Féerico Cuando Alysa cree que las cosas no pueden ir a peor, se ve transportada a un mundo que solo podría venir de la imaginación de una persona, llena de criaturas que se supone solo debas encontrar en los cuentos de...