CAP 25

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El doctor le estaba diciendo a Can que lograron estabilizar a Lay a tiempo, pero que no se hiciera muchas ilusiones porque podía fallecer en cualquier momento.

Tin estuvo a dos segundos de darle un golpe al doctor en el rostro por hacer llorar a Can, sin embargo, tuvo que contenerse porque estaban en un hospital.

Se limitó a darle un abrazo, acariciando su espalda mientras le decía que se tranquilizara, que todo iba a estar bien, que Lay iba a mejorar y pronto podría llevarla a casa para hacerla reír y bromear.

Horas después, el doctor les permitió ver a Lay unos minutos.

Can no dudó en tomar la mano de su hermana mayor, demacrada con una mascarilla sobre su rostro, y decirle que estaba preciosa ese día. La chica se limitó a reírse con suavidad, acariciándole el cabello a Can mientras cerraba sus ojos un momento.

- Canie, ¿podrías traerme algo para comer? - le preguntó Lay pellizcándole la mejilla.

- Pero hermana... -murmuró Can-, no quiero dejarte sola.

- No estaré sola, Canie, Tin estará aquí -Lay sonrió – Por favor, Canie, la comida del hospital es demasiado mala y muy poca, mi pobre estómago está gruñendo.

El muchacho mordió su labio inferior, indeciso, antes de asentir mientras miraba a Tin con súplica para que se quedara. Tin, por supuesto, no dudó en aceptar, sentándose al lado de Lay para vigilarla bien.

Apenas Can salió, la muchacha se volteó hacia Tin.

- Quiero que lo cuides -dijo Lay firmemente.

Tin parpadeó, pensando en decirle que no hablara esas cosas, pero al ver a Lay decidida, se limitó a asentir.

- Can le teme a casi todo -prosiguió Lay como si nada -, así que no te atrevas a hacerle alguna broma para asustarlo, porque de seguro se pondrá a llorar y tú no quieres ver a Canie llorando, te rompe el corazón - la chica sonrió -. Canie ama las cosas dulces, así que si alguna vez se enoja contigo, tienes que comprarle un pastel y te va a perdonar. Se pone muy colorado cuando le dices que se ve hermoso, porque Canie no cree que sea lindo. Si se lo dices cada mañana, puede que empiece a aceptar que es precioso.

Tin tragó saliva, sintiendo sus labios temblando.

- Cuando Canie está triste, tienes que abrazarlo y mimarlo mucho, es como un niño pequeño al que hay que darle mucho amor -la voz de Lay se quebró -. Es muy curioso, por lo que las sorpresas no suelen resultar con él ya que va a insistirte para que le digas todo. Hace berrinches si ve algo que le gusta mucho pero no puede tenerlo, aunque le duran sólo unos minutos si empiezas a pellizcarle las mejillas y a hacerle cosquillas. Y, por sobre todo, suele preocuparse mucho de los demás y se deja a sí mismo de lado, no quiere que nadie se fije en él, así que por favor, Tin, por favor, nunca lo dejes solo y cuídalo siempre, porque Canie es mi bebé y no quiero que nadie le haga daño.

El rubio sintió sus ojos húmedos al ver a Lay observándolo, sin embargo, se limitó a asentir mientras la chica sonreía con calma.

- Lo prometo, P'Lay.

Quería decir algo más, no obstante, en ese momento Can volvió y no tuvo otra oportunidad para hacerlo.

Aunque, cuando salieron, le dio un beso en la mejilla a Can para decirle que estaba con él, y alcanzó a ver la mirada satisfecha de Lay sobre ellos.

💙 NOVIO DE ALQUILER[TINCAN] 💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora