Capitulo 2: Siniestras advertencias

203 18 13
                                    


Jacob Brown había enseñado historia los últimos veinte años en la secundaria Jericó. Era viudo, su único hijo vivía en california y no se habían visto desde el funeral de su esposa tres años atrás. Bebía ocasionalmente, fumaba desde los dieciocho años y estaba rodeado de vecinos con rutinas tan fascinantes como la suya.

Su vida no había sido nada emocionante y Merlina creía que acabar con aquella patética existencia era lo mejor que le podía haber pasado. Por otro lado, la muerte de Jacob Brown abría la puerta a un nuevo y mórbido misterio.

El reporte oficial reportaba la muerte como un suicidio. Por supuesto. Aunque era una tapadera mucho más creíble que un oso descuartizador escondido en el bosque, no dejaba de ser eso, un patético intento de ocultar los secretos oscuros de Jericó. Ella sabía que había algo más...

Y el Sheriff también lo sabía, por lo que la mantenía lo más alejada posible de la escena del crimen. Eso no impedía que su mente siguiera trabajando rápidamente en los hechos frente a ella.

Si era un suicidio, ¿qué clase de demente elegiría un lugar como su sitio de trabajo durante los últimos veinte años como escenario para tan mórbido propósito? ¿Por qué romper una ventana y saltar de espaldas hacia la muerte?

Era evidente que era un asesinato, lo que dejaba una pregunta más grande: ¿Por que habían matado a Jacob Brown?

Tyler había sido el último en dar su testimonio. De los presentes, era el único que conocía al profesor, de hecho había recibido clases con él aquella mañana pero no recordaba el tema y mucho menos tenía apuntes. En su favor, se podría decir que tenía una sólida coartada al haber estado junto al sheriff en el preciso momento del ataque.

Cuando finalmente salió de la oficina, parecía más abatido que nunca. Merlina se puso de pie y salieron juntos de la comisaría. Ninguno dijo nada, hasta que dejaron atrás el edificio.

–No me has dicho los nombres.

Tyler se detuvo visiblemente confundido.

–De los abusadores –agregó, como si fuera obvio.

Tyler soltó una carcajada, antes de acercarse y tomar las manos de Merlina.

–Si no dejo que mi papá se encargue. ¿Qué te hace pensar que dejaría a mi novia resolver mis problemas?

–Porque no soy tu novia.

–¡Auch! –exclamó con una mueca exagerada de dolor. Y aunque pensaba que Tyler era un ingenuo si realmente creía que tenían una relación... aun así, seguían sus manos entrelazadas. –Lamento decirte que todos piensan lo contrario.

–No me importa lo que otros crean o lo que diga Enid es su estúpido blog.

–Entonces, ¿qué somos, Merlina?

Tyler dio un paso hacia ella, con aquella sonrisa idiota en su rostro. Merlina odió la forma en la que sus entrañas se retorcieron, pero no dejo que nada de eso se notara en su expresión.

–Rivales, adversarios.

Tyler asintió, al parecer completamente de acuerdo con ella.

–No sabia que besabas a tus rivales. ¿Eres una especie de femme fatale o algo así?

Merlina le clavó las uñas en las palmas, pero solo parecía divertirlo aun más.

–Fue un momento de debilidad. Casi morimos.

–¿Y en mi habitación? ¿También fue un momento de debilidad? o... –su rostro se acercó a Merlina un par de centímetros, la diversión brillaba en sus ojos– ¿acaso soy yo esa debilidad?

Los oscuristas #Wyler Saga: Mundo Oscuro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora