Capítulo 7: La mascota oficial de la secundaria Jericó

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Los que hubieran sido tan solo quince minutos en coche se convirtieron en varias horas cuando Tyler intentó atravesar el bosque sin perderse. La sensación de embotamiento en su cabeza se había esfumado en algún punto de su caminata, cuando se encontraba solo en la oscuridad y sin tener la menor idea de donde estaba. Si algo era seguro, es que era mejor que haber conducido. Además estaba el inconveniente de que su auto estaba en el portón de entrada lleno de policías.

¡Demonios! Comenzaba a entender que haber salido corriendo de la escuela no había sido la mejor opción.

Salió abruptamente del bosque y la luz del amanecer se sintió como dos grandes reflectores. Corrió hasta su casa y justo al doblar en aquella cuadra, chocó contra una persona tan fuerte como una muralla.

- Galpin, cuidado.

Con rápidos reflejos el profesor Barnes lo tomó del brazo. Tyler lo miró asustado, el zapato que llevaba en la mano cayó al suelo y se tambaleo al intentar recogerlo.

El golpe abrió un pequeño momento de lucidez que solo sirvió para ser muy consciente de su estado actual: descalzo, con su pantalón aun empapado y lleno de lodo, su cabello completamente despeinado y temblando de frío, con una camiseta sucia, sin contar el ligero olor a alcohol que destilaba y rezaba para que aquel fuera el único olor que desprendiera su cuerpo.

Barnes no tardó en entender la situación y una sonrisa divertida cruzó sus labios.

- Buena fiesta, ¿no?

Una risa histérica fue lo que salió de sus labios. No estaba seguro si con un cadáver y un fugitivo, es definición aplicará.

- ¿Puedes llegar a tu casa?

- Solo tengo que cruzar la calle. - respondió, señalando su casa al otro lado.

- Te acompaño.

Solo dio un paso hacia su casa, cuando Tyler se detuvo de pronto.

- ¿Qué esta haciendo aquí?

Barnes parecía confuso.

- Estaba corriendo-dijo, como si fuera obvio. Que de hecho lo era por la ropa que llevaba y su rostro sudoroso -Vivo allá. Esta es la ruta que uso siempre.

Tyler miró la casa que le señalaba, no recordaba que alguien del vecindario se mudara en los últimos meses, pero tampoco era el momento para pensar en aquello. Solo el esfuerzo de retener un pensamiento parecía una tarea titánica, no digamos recordar algo. Se le escurria como agua entre los dedos.

- Tranquilo, entiendo tu recelo.

- Usted no sabe nada de mí.

Tyler lo empujó hacia un lado y avanzó con pasos erráticos.

La casa estaba en completo silencio. Tyler se arrastró escaleras arriba y se desplomó sobre su cama.

***

Decir que Donovan Galpin estaba furioso, era un eufemismo.

La noche anterior se encontraba cerrando su oficina cuando la llamada histérica de los alumnos de Nunca Más resonó en la comisaria.

- ¿Un levantamiento de cuerpo a media noche? - dijo con hastío a Santiago-lo que nos faltaba.

Llevó cuatro oficiales y el equipo forense, dispuesto a terminar aquello lo mas rápido posible. No podía imaginar en ese momento que el nuevo deceso seria la menor de sus preocupaciones aquella noche.

La fiesta clandestina no le tomó por sorpresa. Lo que no se imaginó era encontrar a Merlina Addams entre los estudiantes y si ella estaba ahí...

- Tyler -gruñó entre dientes.

Los oscuristas #Wyler Saga: Mundo Oscuro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora