Capítulo 6: Nado a medianoche

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Tyler estacionó su auto aun lado del portón de la Academia Nunca Más. Saltó el muro y atravesó lentamente el camino empedrado. Eran más de las ocho de la noche, el viento no tenía misericordia y los árboles movían sus ramas sin hojas victimas del invierno. Se abrazó a sí mismo para mitigar el frio que sentía.

Mientras avanzaba, los ojos de las gárgolas parecían puestas en él. Tal ves era psicosis suya, pero se sentía vigilado. La ultima vez que puso un pie en esos terrenos fue para cargar el inconsciente cuerpo de Merlina hasta la cripta donde serviría de sacrificio. Antes de eso, y sin saberlo, como el chivo expiatorio del ataque a Dedos, el ataque a Eugene, el mismo siendo torturado. En fin, su presencia ahí por lo general terminaba en alguien herido o muerto, así que creía estar en todo su derecho de poder entrar en pánico.

Lentamente, las torres más altas del castillo comenzaron a asomarse sobre los árboles y antes de llegar a la entrada principal, Tyler tomó un camino alterno que llevaba hasta el lago.

La vegetación era más espesa y el camino era tan solo un trozo de tierra despejado de cualquier hierba. Escuchó un búho ulular y de repente, una rama se partió a su izquierda. Tyler se sobresaltó, pero en la oscuridad no podía ver nada. Escuchó unos pasos apresurados y sacó su celular, pero cuando logró iluminar la zona ya no había nada.

La fiesta- se recordó. Tal vez, no eran más que alumnos. Además, ¿que podía ser más peligroso que él?

Aun así aceleró su paso hasta que la música comenzó a dispersar el silencio. La fogata era grande y estaba frente a un pequeño muelle donde habían un grupo de canoas. Habían convertido el muelle en una especie de bar y detrás de la mesa de bebidas pudo identificar a una de las amigas de Enid. No habían más de una veintena da personas y con un rápido vistazo se dio cuenta de que Merlina no se encontraba ahí.

Sintió un tirón en su estomago que prefirió ignorar y avanzó incómodamente hacia la fogata.

-¡Tyler!

Ajax lo abrazó por los hombros, arrastrándolo al centro de la fogata. El estómago de Tyler se retorció, sabia que aunque Enid, Ajax y Merlina (en algunas ocasiones) no tuvieran ningún rencor contra él; no significaba que el resto de chicos lo aceptaran entre ellos. Había visto la mirada de de algunos sobre él, pero al chico gorgona no parecía importarle.

De un momento a otro ya tenía entre sus manos el primer trago.

- Los mojitos de Yoko son mortales.

- No es una exageración - dijo Enid, abrazando a su novio.

- ¿Y Merlina?

Enid puso sus ojos en blanco.

- Ella está sobre estos... ¿como dijo? ¡Ah! Patéticos intentos de validación. Pero, tranquilo. Tu y yo, iremos por ella y la arrastraremos hasta aquí. Así que ve tomando valor.

Y como si el valor estuviera diluido en el mojito. Empinó su vaso, tomándose la mitad del contenido

- Tranquila, linda. Tienes toda la noche.

Ajax le quitó el vaso de las manos y luego Enid comenzó a desahogarse.

Minutos después, Tyler estaba en la improvisada barra mientras Yoko le enseñaba como preparar algunos tragos. Tenia que admitir que la chica lo hacia con una elegancia hipnotizadora, muy difícil de imitar. Y él solo esperaba no ser un mal aprendiz. Cuando ya iba por su tercer vaso, Enid lo sacó de ahí, arrastrándolo hasta las habitaciones.

- No podemos ir por las escaleras - le dijo, en lo que parecía que quería ser un susurro, pero no lo era en absoluto - Así que tendrás que subir.

Tyler vio el muro y la tenue luz que emanaba del balcón más alto.

Los oscuristas #Wyler Saga: Mundo Oscuro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora