Epilogo

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Tyler despertó en el hospital.

Sus ojos se abrieron de par en par. La máquina que monitoreaba sus latidos parecía un eco de su propia confusión, zumbando en un frenesí discordante. Se tomó un momento para orientarse, para recordar dónde estaba y por qué.

Se volvió a acostar en la cama y miró sus manos. Habían limpiado la sangre y las heridas estaban cocidas. Sus brazos estaban cubiertos de vendas y cuando llevó la mano al hombro, soltó un siseo doloroso.

Se quitó las jeringas y los vías que lo conectaban a las maquinas, para poder deslizarse de la cama. Sus piernas temblaban, pero nada era más doloroso que la incertidumbre que aplastaba su corazón.

Cuando abrió la puerta, el caos del hospital lo golpeó. Las enfermeras y médicos corrían de un lado a otro. Desorientado, Tyler miró de un lado a otro hasta que se encontró con un par de ojos que lo miraban atónito.

— ¡Tyler, por dios! ¿Qué haces de pie? —dijo Enid sujetándolo por la cintura.

— Tengo que ver a Merlina. ¿Dónde estas?

— No puedes verla. Vamos, regresa a tu...

— Enid, por favor. Necesito verla.

La chica soltó un lastimero sonido.

— Esta en cuidados intensivos — respondió con pesar, pero al ver la expresión del chico rápidamente agregó: — Pero estará bien. Es Merlina Addams. Vamos, tienes que entrar.

— ¿Y mi papá? — preguntó, sin poder ocultar el temor en su voz.

— Lo sedaron, pero esta estable. La ciudad es un completo caos.

Tyler volvió a acostarse. Enid lo acompañó en todo momento, le contó el ataque a Nunca Más. Algunos de los licántropos enemigos habían sido capturados, otros habían muerto y muchos estudiantes estaban heridos. Los menos graves estaban en la enfermería de la escuela, pero los más graves fueron trasladados a un hospital especializado.

— No sabemos si Yoko despertará — le dijo, bajando la mirada. —la herida fue tratada de inmediato, pero...

Se encogió de hombros y sus labios se doblaron. Tyler alargó una mano hacia ella y la apretó.

— Lo siento.

Enid soltó un suspiro.

— Tu amigo normie... esta en cirugía. Creen que puede vivir, aunque ha perdido mucha sangre.

Un golpe en la puerta los interrumpió y Ajax asomó la cabeza. Tyler apretó los puños, pero la sonrisa aliviada en el rostro de Enid lo sorprendió. ¿Acaso ella había perdonado al traidor tan rápidamente?

—Los padres de Merlina llegaran pronto — le dijo, entrando con pasos cautelosos — deberías... ir.

Enid asintió y se levantó casi de un salto.

— Pasaré viendo a tus padres y tus amigos, — le prometió a Tyler — tu descansa.

En cuanto la chica desapareció por la puerta, la tensión en la habitación aumentó hasta volverse palpable.

Ajax avanzó con su vista clavada en el suelo, hasta quedar frente a Tyler.

— Cada noche, soñaba que Enid moría de una forma distinta —dijo Ajax, con su voz apagada — sabia que él la vigilaba.

Ajax alzó su vista y la clavó en Tyler.

— Se que talvez nunca me perdones, pero espero que me comprendas.

— ¿Enid lo sabe?

Ajax tragó en seco y negó con la cabeza.

Tyler apartó su vista de él. El ácido sabor de la traición le raspaba la garganta.

Los oscuristas #Wyler Saga: Mundo Oscuro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora