Capítulo 4

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Anastasia



—¿Estás bien?

—La policía estuvo a punto de arrestarme, Ethan. Por supuesto que no estoy bien.

Me pongo el cinturón de seguridad con las manos temblorosas.

Esto me pasa por cambiar de rutina. Hay cambios que traen cosas malas. Este cambio es uno de ellos.

—No iban a arrestarte.

—¿Por qué estás tan seguro?

Ethan niega divertido por mi expresión y pega su frente contra el volante evitando que lo vea reír.

—¿Si sabes con quien estabas?

—Con uno de tus clientes.

Uno que da miedo e intriga por partes iguales.

—No cualquier cliente. Es Christian Grey.

—¿Y eso significa algo?

Ethan me ve incrédulo a través del espejo retrovisor y explica:

—La policía no quiere a mis clientes, quieren mi cabeza.

—Detuvieron a otras personas.

—Solo para interrogarlos. No se atreverán a llevarlos a la comisaría o mañana les podrían llover demandas de mis clientes y créeme, Ana, nadie quiere enfrentar al abogado de ellos.

—¿Y qué tiene que ver el señor Grey en esto?

Aparte de ser un adicto a las apuestas. Algo que dejó en evidencia esta noche.

—Es dueño del edificio y de Grey, Krueger, Davis y Holt SCA.

—¿La firma de abogados?—inquiere Hanna después de permanecer en silencio.

Ella sigue tan conmocionada como yo.

—Sí. Y nunca han perdido un caso.

—Oh—susurro.

Ethan sale de la zona financiera y se dirige a la casa de Hanna que no esta muy lejos de la mía. Cuando llegamos a mi departamento mi amigo me acompaña hasta la entrada.

—¿Ocurre algo?—digo al notar su nerviosismo.

Él es incapaz de guardar sus emociones cuando está conmigo.

—No quise decirlo frente a Hanna, pero ¿Qué hacías con Grey en ese callejón?

—Huir de la policía.

¿Acaso no hablamos ya de esto?

—No parecía eso.

—¿Qué insinúas?

—Nada—se disculpa—Es solo que he descubierto dos cosas esta noche.

—Y son...

—Grey no es gay como especulan las revistas.

¿Qué?

—Y la segunda.

—Te desea, Anastasia.

Ethan ha perdido la cabeza.

—No digas locuras y lo que él sienta no me importa.

Abro la puerta de mi departamento y entro seguida por Ethan. Lo último que deseo en mi vida es una relación. No después del tormento que viví con José.

Además jamás podré amar a alguien como lo amé a él. José rompió mi corazón.

Por las noches aún recuerdo la forma tan cruel de tratarme. Aún siento mi rostro impactar con la puerta de nuestra habitación y el rastro de sangre que dejé ahí.

Quédate a mi LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora