Capitulo 3

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Salgo de la oficina que me asignó mi padre en su buffet y voy directo a la casa

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Salgo de la oficina que me asignó mi padre en su buffet y voy directo a la casa. Estoy cansada mucho papeleo y no me han dado mi primer caso, mi padre dice que primero el papeleo y después me dará un caso fácil y así hasta que me vaya acostumbrando. Pensé que esto iba ser más fácil pero ya veo lo equivocada que estaba.

No he comido nada desde el almuerzo y como apurada, creo que eso me está pasando factura tengo un dolor de cabeza de los mil demonios.

-¿Te llevo a casa muñeca? - Veo a Gabriela en la puerta y al ver mi cara su sonrisa decae - Uy no estamos de ánimos.

-No, no estamos de ánimos -- Tuerzo los ojos y me monto en su coche bueno en el de su madre, ella dice que no necesita uno y todo eso pero yo creo que sí, trabaja en modelaje y le va muy bien, su personalidad pega con esa carrera le gusta estar arreglada todo el tiempo.

No digo que a mí no me guste, si me gusta pero me da flojera arreglarme tanto.

-Hoy es viernes te iba decir para salir de fiesta -- Me hace uno de sus pucheros para que le diga que sí.

-Estoy muy cansada y además mamá me dijo que llegara temprano por qué invitaron a alguien a cenar - Veo como hace puchero

-Bien, dejaremos a la princesa en casa.

Maneja y yo me recuesto del asiento, estoy cansada.

De repente se me viene a la mente lo que pasó ese día, el baño, el sudado abrazando mis caderas moviéndose a un ritmo acelerado y mis gemidos inundando el baño.

Ya baste sacalo de la mente Emily.

Solo fue un polvo de una noche.

-Llegamos - Me avisa - Solo si estás aburrida márcame zorra -- Niego con una sonrisa y le doy un beso en el cachete.

-No te quedes tan tarde y cuídate- Le digo, me preocupo por ella, es muy fiestera.

-Ok, mamá.

Cierro la puerta del auto y me voy directo a la casa, tocó la puerta y espero un minuto cuando la señora de limpieza me abre.

-Señorita - Me saluda -- La están esperando en la sala, su madre no para de preguntar por usted.

-Gracias Rosa, en un momento voy - Me voy directo a mi cuarto dejo mi bolso y me acomodo el cabello.

Bajo de una vez para no hacer esperar a la visita y a mi madre. Entro al salón y veo a una señora como de la misma edad que mi mamá.

-Ella debe ser Emily -Habla la señora cuando me ve, es de cabello corto rojo le queda bien por su color de piel blanca y sus ojos de color verde.

-Si, esa misma soy yo - Sonrió

--Emily ella es Martha, la mamá de Santiago.

Mi sonrisa de cae y mis pensamientos vuelan otra vez a lo que sucedió esa noche.

Mi amor prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora