Capitulo 10

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Puedo escuchar voces, trato de abrir los ojos y no puedo.

- Cuando entre al cuarto ya la cama estaba manchada de sangre - La voz de Espenzer hablando con alguien de lo que me había pasado.

Trato de abrir los ojos y me muevo de lado a lado.

Cuando los abro la luz me nubla mucho la vista y lo cierro de nuevo.

- Cariño... - Mamá al lado de la cama con su cara de preocupación sobándome la cara - No te levantes te pusieron un cedante.

- El bebé... - Digo con dificultad.

- El bebé está bien cariño - Me sonríe y me calmo un poco, veo a los lados y estaba Espenzer viéndome como cuando me enfermaba de pequeña.

Y bueno, a un lado Santiago con su cara dura sin emoción alguna.

- Tienes un embarazo delicado Emily - Habla mamá - Haz estado muy tensa estos días y todo lo que sientes, la más mínima emoción el bebé la siente.

- Fue una alerta de aborto un poco más y lo pierdes - Habla Santiago viéndome a la cara sin emoción alguna - Tienes que estar tranquila estos días en máximo reposo ni un solo esfuerzo durante el embarazo a lo que dijo la doctora.

Asiento, imaginandome lo que hubiera pasado si lo pierdo.

- Siento que lo mejor es que te vengas a mi casa - Dice Santiago a lo que yo frunzo el ceño - Te contratare una enfermera y tendrás atención todo el tiempo, no estoy diciendo que no te den la atención en tu casa si no que estaría más cerca del bebé...y de tí. Nada más faltan días para casarnos y de igual manera vivíremos juntos.

Me quedo en el limbo. Mamá me mira y sonríe.

- Es tu decisión, ni tu padre ni yo nos meteremos - Sonríe acariciando mi cara.

¿Que más da?

Así me acostumbraré más rápido a vivir con el ogro.

.....

Han pasado tres días, en los cuales tengo que estar acostada y con comida de hospital.

Ok, no es comida de hospital sí no que no lo sé no me gusta.

Hoy me dan de alta ya la doctora dió el visto bueno pero que tengo que estar en total reposo y con vitaminas.

Me iré a mí nueva casa, bueno dónde viviré a partir de hoy.

- ¿Ya estás lista? - Entra Espenzer a la habitación.

- Sí - Le digo.

Se acerca a mí con cuidado y me da un pequeño abrazo.

- Me asustaste - Lo abrazo de vuelta durante unos minutos - Sentí que te perdía Emily - Se le corta un poco la voz.

- Ey, todo está bien. Ya todo pasó ya no hay nada malo solo reposito - Asiente y me da un beso en la frente. Agarra la pequeña maleta que estaba en la cama y sale con ella.

Al salir de la habitación está Santiago con una silla de ruedas.

Ay no.

- No me digas que...

- Sí y sin chistar - Se acerca con esa cosa y se pone atrás de mí - Siéntate.

Tuerzo los ojos y no me toca más que sentarme.

- ¿Vas cómoda? - Su preocupación me causa ternura

- Sí señor Durán - Se tensa por un instante y sonríe.

Por fin este hombre se ríe.

Llegando al auto trato de levantarme y el me agarra suavemente el hombro.

- Permíteme - Lo veo confundida cuando se posa frente a mí y me levanta la piernas - El bebé ya pesa - Me termina de cargar a lo que me agarró fuerte de sus hombros.

- Me estás diciendo gorda - Le reclamo con la ceja levantada.

- El bebé está creciendo por lo tanto tú con el - Me ve a los ojos - Me gusta tu cara molesta.

Siento mi cara hirviendo de vergüenza.

Me mete el auto con cuidado y se asegura de que afuera este todo en orden y se sienta a mí lado.

- ¿Lista para ir a casa? - Me ve a los ojos lo cual hace que me ponga un poco nerviosa.

- Lista.

...

Al salir del auto veo como es la casa por fuera todo es al estilo de Santiago algo elegante y sencillo, no está mal.

La fuente afuera, los arbustos con flores de color morado no sé que flores serán pero están hermosas y todo pega increíblemente con la casa está todo combinado.

-Bienvenida - Dice Santiago a mis espaldas mientras veo como está todo alrededor - Reune a todo el personal en la sala principal por favor - Le dice a una señora de unos cincuenta años que tiene algunas canas es bajita y de tez blanca, ella asiente y se va, en ningún momento le vió a la cara a Santiago. Raro - Vamos - Asiento y lo sigo.

Abre la puerta y quedó asombrada por tanta elegancia en tan solo un espacio de la sala todo está perfectamente limpio y ordenado.

Por una puerta que está casi al final del pasillo salen unas personas con delantales que supongo son las personas que mantienen la casa así. Hacen una pequeña fila uno al Aldo del otro con las cabezas agachadas,algo que no me gusta.

¿Por qué no ven normal?

- Está es la señorita Emily, mi futura esposa a partir de hoy vivirá como la señora de la casa - Una de las empleadas alza la cara con los ojos abiertos viendo directamente a Santiago, cuando se da cuenta de que la estoy viendo baja la cara de un tirón - Emily ella es la jefe de cociná y la da instrucciones - Señala a la señora que estaba en el jardín.

- Rosa Señora a sus órdenes - Le sonrió con amabilidad pero ella baja la cabeza otra vez.

Santiago hace una seña y todos salen de la sala por dónde entraron, la única que queda es la señora Rosa.

- ¿Desean que prepare alguna habitación o un poco de comida? - Nos pregunta a ambos.

- Emily dormirá conmigo en mi habitación - Dice Santiago con un toque de pregunta se queda esperando a que diga algo pero no digo nada - Si quieres algo pídelo - Me habla a mí - Estaré en el despacho. Rosa por favor enséñale la casa a la señorita - Está asiente y el se va por un pasillo.

- sígame.

.....

¿Por qué las personas no levantarán la cara como un empleado normal?

Sí les está gustando denle me gustaaa!

Mi amor prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora