Capitulo 13

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Mientras que Santiago no está, hago una pequeña torta de chocolate, se me antojo y según lo que me dijo mí mamá no puedo pasar un antojo por qué el niño sale con la boca abierta y yo tengo muchas ganas de comer torta de chocolate.

La saco del horno, está bien hecha y huele delicioso. Le echo un poco de chocolate derretido y nuttela al rededor, la meto en la nevera ya que tengo que esperar a que se enfríe bien.

Veo la hora y son las ocho de la noche. Mientras la torta se enfría voy a darme una ducha.

Entro al baño y está todo como lo deje con los cosas personales en las gavetas del lavabo. Pongo un poco de música en mi teléfono y empieza a sonar x100 de Corina Smiths.

Entro a la ducha, me lavo el cabello con mucha paciencia, aprovecho para quitarme los pelos de mis zonas íntima. Salgo de la ducha y me pongo la bata de baño con delicadeza.

Voy directo al armario, escojo la pijama de hoy, un mono de conejitos rosados con blanco, una camisa de tirantes y mis medias con orejitas. Cuando estoy vestida me veo al espejo y empiezo a hacerme el skinquer.

Cuando acabo con eso me desenredo mi cabello y bajo a comer el esperado pastel, obviamente me lo voy a comer viendo una película que acaba de salir.

Bajo las escaleras con cuidado y ya no hay nadie en casa, supongo, abro la nevera y la torta me hace ojitos, mi boca se hace agua.

Corto un pedazote y lo pongo en el plato.

No me aguanto y me meto una cucharada en la boca, la saboreo y gimo de satisfacción.

- No deberias comer eso a estás horas y menos tanto, se te va a subir la azúcar - Pego un pequeño grito.

-¡Me asustaste! - Me agarró el pecho con cuidado y el se ríe de mí reacción.

- No comas eso - Me lo quita de las manos y hace que ponga cara de niña de cinco años.

- ¡Es un antojo! - Lo veo a la cara con el ceño fruncido.

- Te lo comes mañana, ya es tarde - Me regaña - ¿Y sí se te sube el azúcar?

- No, quiero comérmelo orita, Santiago por favor - Salen unas lágrimas de mis ojos y el se queda perplejo.

- ¿Por eso estás llorando? - Salgo de la cocina directo a la habitación molesta por qué me quito mi torta, lo escucho seguirme e ignoro sus llamados.

Al llegar me acuesto en la cama y me tapo con toda la sabana encima.

- Emily por Dios - Entra al cuarto y lloró más - Discúlpame, toma.

-No, ya no quiero nada -Obviamente quiero pero no lo mandé a quitarme mi torta.

- Te la quite por qué tienes una dieta establecida Emily - Me quito la sabana de encima y me siento en la cama - Toma come - Volteo la cara y está sosteniendo la cuchara
Abro la boca y lo veo de mala forma.

Después de darme tres cucharadas me da el plato y me lo deboro.

-¿Contenta? - Asiento y el se lleva el plato al cabo de unos minutos regresa y se empieza a cambiar yo me quedo viendolo atentamente.

Su abdomen marcado me hace tragar saliva. Su pantalón cae y veo el bulto marcado en sus boxers, se pone un shorts y se acuesta en la cama.

Yo hago lo mismo y quedó viendo su espalda unos segundos de un momento a otro se voltea y quedamos viéndonos fijamente en la oscuridad de la habitación.

Veo todo su rostro, como uno de sus cabellos caen por su frente, su mandíbula marcada y sus labios.

Joder sus labios.

Siento como una mano me soba la oreja y cierro los ojos para sentir mejor el cariño.

Abro de nuevo los ojos y estampa sus labios contra los mios en un beso desesperado que hace que suelte pequeños gemidos
Se monta encima de mí y frota su miembro encima de mí haciendo que me vuelva loca.

- Esto es lo que querías ¿No? - Habla y su mano se pasea por mi vientre hasta agarrar las bragas - Me desespera no poder darte como quiero, desde que estás aquí he querido quitarte la ropa y hacerte mía como aquella vez Emily -Uno de sus dedos entra en mí haciendo que arquee la espalda - Tan mojada, solo para mí - Otro de sus dedos entra y suelto otro gemido, hace movimientos circulares adentro de mí - ¿Te gusta que te hable así? - Asiento.

- Más... - Me muerdo los labios para no gemir - Quiero más - Cumple mi deseo y empieza a meter y sacar sus dedos haciendo que abra las piernas para el.

- ¿Con quién hablabas en el baño? - Me da mucho más rápido haciendo que abra la boca.

-Con Gabriela.

- ¿Segura?

- ¡Si! - Acelera sus movimientos y yo no puedo con tanto, estoy a punto de venirme.

-Vente para mí, se que ya casi - Unos segundos después llegó al orgasmo.

Respiro pesado y me quedo viendolo. El solo sonríe y me da un beso en la frente.

-Buenas noches, pequeña.

-¿Te vas a dormir así? - Veo el bulto que sobresale de sus shorts.

- Estás en reposo, no puedes tener mucha actividad sexual - Arrugo las cejas - Me informe con la doctora y no podemos hacer nada hasta un mes más o menos. Solo descansa ¿Si?.

Asiento sín más remedio y en cuestión de segundos me quedo dormida.

Mi amor prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora