-6- Imposible que sea fea.

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POV LUZ.

Ya estaba preparada para un nuevo día de intenso trabajo en la cocina del restaurante. Prepare el desayuno a Ainhoa y se lo lleve a la habitación.

Entre con sumo cuidado, intentando no hacer ruido para no despertarla, pero a decir verdad, el ruido lo estaba haciendo ella. Roncaba de una manera que jamás hubiera imaginado.

-Ainhoa, -Di varios golpecitos suaves en su hombro- Ainhoa, Hey

- hataonmbafrakab - me respondió algo indescifrable, volví a dar dos golpecitos mas-

-Ainhoa.. ¿Estás despierta?

-Mmm - abre los ojos muy lentamente- ¿Estoy en el cielo? - vuelve a cerrar los ojos y a hablar sin abrirlos- ¿Eres un ángel?

- Si, un ángel caído.

- Del cielo...-Dice abrazando su almohadas-

- Ainhoa, soy Luz. Despiert-.

- Luz...Luz.. -Entierra su cabeza en la almohada que estaba abrazando-

Tengo que decir que mi nombre dicho por ella es algo agradable de escuchar. Seguramente por ese hilo de voz, esa manera de susurrar.

-Me tengo que ir a trabajar, ¿Puedes despertarte?

- Shi.. -Al parecer abrió los ojos definitivamente- Hola Luz -Me saluda sonriendo, como si no hubiéramos estado teniendo la mayor conversación de besugos de la historia.-

- Hola Ainhoa, -Digo sonriendo, la situación es algo cómica- Tienes en la mesita el desayuno y la pastilla. -Estiro mi mano para darle el termómetro- Póntelo.

Me arrepentí un millón de veces de haberle dicho que se lo pusiera. Al destaparse, al quitarse el nórdico de encima, pude ver cómo tenía los botones de la camiseta del pijama desabrochados, dejando ver sutilmente su sujetador. Ainhoa usaba un pijama de estos aburridos, que la camiseta es como si fuera una camisa. Al darle el termómetro ella sin inmutarse se lo puso, no se si se estaba dando cuenta o no que estaba dejando a la vista todo su torso. Que por cierto no era desagradable de ver, al contrario, hice mil intentos para mirar a otro lado pero fue inútil.

-Bueno, yo me voy a trabajar.

- ¿No te quedas? -Otra vez, con esa pregunta. Otra vez que mi cabeza va más rápida que yo, pienso demasiado deprisa y pierdo el contexto y sentido total de lo que digo.- A ver el resultado del termómetro.

-Eh, No-no. Eh, me teng-que ir -Señalo a la puerta- Te traigo a Nerea, tiene el desayuno en la cocina. Y tu... cómetelo todo y obvio la past-pastilla -Empiezo a toser teniendo carraspera-

Llevé a la pequeña, que seguía dormida junto a Ainhoa. Y me fui a trabajar.

El hotel no estaba lejos de casa, así que podía ir perfectamente andando. De hecho me gustaba ir andando así podía conversar tranquila con mis pensamientos. Pero en ese momento lo que menos necesitaba era pensar.

POV Ainhoa

Me desperté porque empecé a escuchar una voz lejana. Unos sutiles susurros. Realmente pude distinguir dos tipos de voces, una un poco más grave que la otra.

Hablaban de ir al parque de atracciones. No se si por la fiebre o por lo mal que descanse toda la noche que en ese momento no sabía ni dónde ni con quién estaba.

Al abrir los ojos vi a Nerea jugando con dos muñecos a mi lado. Enseguida se dio cuenta que me había despertado.

-¡Añoaaaa! -Se acerco para darme un abracito-

- Hola princesita, ¿Cómo estás?

- "Bennn"! Ya "quero" ir al cole.

- No sabes lo que dices, en unos años seguro que nos quieres engañar a Luz y a mí, diciendo que estás malita para no ir a clase -La niña se quedó pensando unos segundos dejando de hacerles caso a los muñecos-

Caprichos del destino. LUZNHOADonde viven las historias. Descúbrelo ahora