-7- Maneras de cagarla.

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Fui optimista al pensar que llegaría pronto a casa. Con Paolo me entretuve más de la cuenta, asi que eran casi las 12 de la noche cuando estaba entrando a casa.

Al entrar me sorprendió que estaba la TV encendida, en el salón estaban Nerea y Ainhoa dormidas en el sofá, tapadas con una manta.

La mesa estaba llena de comida, habían patatas, unas pizzas de una forma muy abstracta y un dibujo que evidentemente hizo la pequeña donde ponía "Gracias por cuidarnos" y salimos las tres. Apreté los labios, me habían organizado una cena para darme las gracias y yo estando con Paolo...

Llevé a la niña a su habitación sin que se despertara, la que sí lo hizo fue Ainhoa, ya que tenía a la pequeña entre su brazo.

-Vaya banquete ¿Eh? -Le digo a Ainhoa mientras llego al salón-

- Si. Está riquísima la pizza. -Responde sin ni siquiera mirarme-

- ¿La habéis hecho vosotras? -Mientras cojo uno de los trozos que había en el plato-.

- Si.

POV AINHOA

-Siento haber llegado tan tarde, tuve mucho lío.

Me lo dice con un hilo de voz suave, por primera vez en la conversación la miro. Al girarse para coger otro trozo de pizza, puedo ver una marca en el cuello.

No sé cómo sentirme. Después de estar prácticamente toda la tarde cocinando con la niña para darle una sorpresa, aparece a las tantas y evidentemente eso no se lo ha hecho trabajando.

-¿Trabajas con Edward Cullen?

-¿Que?

- Lo digo por tu cuello -Me señalo mi cuello- Eso mínimo un vampiro te lo tiene que hacer. -Veo como ella se toca su cuello.-

- Eh..

No dice palabra, y no sé qué me sienta peor, si el que no diga nada o el que le haya dado igual todo.

-En fin, yo me voy a casa. Mañana agradécele a Nerea ya que fue su idea y estaba súper emocionada cocinando. Me dijo que quería cocinar igual de bien que tú.

Posiblemente me podía haber ahorrado ese último comentario. Pero también ella podía haber avisado y así no hacer el gilipollas.

-¿Cómo que te vas? No son horas Ainhoa. Además que has seguido teniendo fiebre hoy..

- ¿Sí no? Te viene genial que yo me quede, así tu puedes aprovechar después del trabajo-.

Le eche en cara, realmente me ha sentado fatal que llegara tarde por ese motivo. Empecé a levantarme del sofá para ir a cambiarme.

-¿Disculpa? Lo dice aquí la que viene un día y desaparece. A hacer a saber que.. O sea es que.. me tengo que reír - Empezó a reírse irónicamente-.

- No es lo mismo, hay un motivo

- Ah ¿Si? Y cuál es ese gran motivo a ver

- No, no pue-puedo contarte -Empiezo a titubear, el solo hecho de pensar en la razón por la cual tuve que quedarme en Madrid me pone muy nerviosa.-

- Ya. -Me mira con rabia- Eres la persona menos indicada para dar lecciones Ainhoa.

Me duele.

Me duele la frase.

Me duele la situación.

Me duele que tenga razón. ¿A quién quiero engañar? Yo ni puedo dar lecciones ni puedo ser el ejemplo de nadie.

Una persona que vive huyendo, es una persona cobarde que nada puede enseñar. Una persona que no vale nada, porque no existe.

-Me -Digo temblando- me voy a quedar esta noche, porque le he prometido a Nerea que mañana la llevaría a comprar un puzzle.

Caprichos del destino. LUZNHOADonde viven las historias. Descúbrelo ahora