-10- La cena.

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POV AINHOA.

Luz fue a acostar a la pequeña, mientras yo acababa de recoger la mesa.

-Pues ya está, misión cumplida por hoy. Se ha dormido enseguida. -Dice apareciendo por el salón- Oye Ainhoa, que se me ha olvidado decírtelo, qué mañana la abuela de Nerea va a ir a buscarla al colegio y se queda a dormir con ellos. Quieren celebrar su cumple.

-Pobrecita. Va a ser su primer cumple sin sus padres. -Pongo una mueca triste-.

-Ya eso sí, pero bueno. Que en el parque de atracciones seguro se lo pasa genial -Miro a Luz extrañada- A mi me encantaba ir de peque, sobre todo por el algodón de azúcar.

-La verdad es que te pega, no me extraña nada. Pero pensé que al final no iríamos.

-A ver, bueno, solo si quieres. Era tu plan. Pero si te sirve de algo, ¡me parece un planazo! -responde emocionada-

-Mmm.. ¿Podría ser, que te haga más ilusión a ti, que a la niña?

-Podría ser. Ni confirmo ni desmiento nada.

Sonreí.

Luz podría ser a la vez la persona más borde del mundo y la persona más tierna. Había veces que parecía que era más pequeña que Nerea y sentía que había que cuidarla, otras todo lo contrario.

Me quedé mirándola unos segundos.

-¿Qué?

-Eh nada. ¿Tienes algún plan para mañana después de que salgas de trabajar?

-Pues no lo sé, supongo que no.

-¿No quedas con tu Edward Cullen?

Soy así de inteligente que hago una pregunta pero que realmente no quiero saber la respuesta.

O sea a ver si quiero saberlo pero solo si es negativa.

-¿Con quien?

-Con tu -Me señalo el cuello- vampiro.

-Ah Paolo,-Veo como se le dibuja una pequeña sonrisa en su cara- pues no.

Paolo. Desde este momento odio ese nombre.

-Pues, no se hable más, hago una cena rica rica, que tengo un vinito que le va a ir, que ni pintado

-Vale, pero con una condición. -Levanta el dedo señalándome- No le eches matarratas, ni ningún tipo de veneno parecido.

-Prometo -ahora soy yo quien levanta la mano a modo promesa-. Que intentaré no tener que echar nada de eso. Pero vamos que tú te lo pierdes ¿eh? Porque es un buen potenciador de sabor.

Para ser mi primer día de trabajadora del hogar no había estado mal. Recordé mi día después de ponerme el pijama y meterme en la cama.

Puse a cargar mi móvil y enseguida recibí ¿Un WhatsApp de Luz?

Luz

Acuérdate de mandarme las fotos que nos hemos hecho!

Voy!


Antes de mandarle las fotos me puse a verlas. Imposible no sonreír al mirarlas.

Con la tontería nos hicimos un montón de todo tipo de maneras y ángulos.

Llegue a una que salíamos mirándonos.

Hice zoom.

En esa foto realmente estamos para que nos den un goya, porque perfectamente parece que nos comíamos con la mirada. Seguí pasando fotos. Llegó una de luz sola, dedicándole una sonrisa a cámara.

Caprichos del destino. LUZNHOADonde viven las historias. Descúbrelo ahora