12 Roja y sonriente

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Roja

Conocer a roja es cómo ella misma, vibrante y su carácter es fuego. Ella transmite pasión, todo con ella es cómo un río que corre con fuerza, es cómo Margot, una fuerza de la naturaleza. Con Nova pasamos horas escalando la enorme pared que hizo traer Úrsula para para mí, mientras ella nos ve tomando té desde abajo y leyendo un libro.

Novalí, Nova. Me pregunto si su nombre tiene que ver con la súper Nova, la definición dice: Estrella en explosión que libera una gran cantidad de energía; se manifiesta por un aumento notable de la intensidad del brillo o por su aparición en un punto del espacio vacío aparentemente. Y eso exactamente es Novalí, una explosión de energía, una gran cantidad de luz, que irradia de ella a medida que se mueve, mientras que Úrsula sonríe y transmite calidez, Nova con su presencia transmite fuerza.

—¿Puedo? —dice acercándose, queriendo besarme— digo no quiero que me saques la mejilla de... —Antes de dejarla hablar la callo con un beso, nos separamos y ella sonríe— está bastante mal que me estés generando una adicción a ti y a tus labios, la abstinencia va a ser dura.

—Yo soy quién se quedará aquí sin poder verlas y va a sufrir mucho más —meto la cuchara en la nutella y la como frente a ella. Toma la misma cuchara para chupara y luego la mete en el pote— esto es lo más antihigiénico que hay. Hay un montón aquí que van a comer de este pote. Le avisaré a Margot que no coma y hablando de ella hace mucho que no la veo.

—Le avisas después —me toma de la cintura dejando el pote en la mesada y volvemos a besarnos—. De lo que se está perdiendo Sonriente por irse a bañar. Ahora sal de mi cocina que tengo que hacer de comer y eres una muy deliciosa distracción.

No me canso de verla, al despertar me encuentro a veces mirando su rostro, en algún momento de la noche voltee y quedamos frente a frente, eso fue antes de besarlas. Muchas veces sentí que podría estar horas contando las pecas de sus hombros, delineando las de su rostro, desee muchas veces sus labios por los que pasaba el dedo, para palparlos suaves y carnosos. A veces me quedaba quieta por si ella despertaba de golpe y me pillaba viéndola, y a veces, muchas más veces deseaba que despertara para pillarme infraganti sumergida en ella.

En estos días me di cuenta que yo me estaba enamorando de ellas, conocer su lado humano al menos de el de Nova, sin querer tener siempre el control de todo, me deja ver un lado de ella donde me permite acercarme, dónde no es una lucha de poder constante.

Sonriente

Úrsula es lo opuesto a Nova, pero no necesariamente en el mal sentido, ella es calidez y paz, con ella nos podríamos pasar horas jugando al ajedrez, el cual descubrí que es más cómodo jugar entre sus brazos y apoyada en su pecho que sentada en mi silla. Podemos leer un libro abrazadas y entrelazando nuestras piernas en un silencio cómodo. Úrsula es la lluvía que cae despacio sin siquiera perturbar las hojas, mientras que Nova es la tormenta con truenos y relámpagos que se roba el cielo y anuncia su llegada.

Los besos con Úrsula siempre son cálidos son cuidados y suaves, nunca me trae hacía ella de golpe, sino que lo hace despacio, se acerca, y mueve sus manos en torno a mí en caricias suaves. Nuestra diferencia de altura hace que pueda mirarla hacía arriba y que su sonrisa ilumine todo.

Un día pasó algo y es un secreto que ella me hizo prometerle no decirle a Nova, pero ustedes no son Nova y así que puedo contarles. Estábamos durmiendo y el sol de la mañana dando el anuncio de un nuevo día entro con su luz intentando colarse entre las cortinas. Yo desperté primero o eso supuse, pero Úrsula lo había hecho mucho antes, me moví y me pegué más a ella, quién me abrazó y beso pensando que aún dormía, ya que tenía los ojos cerrados, entonces ví cómo estiró la mano y acarició a Nova con la misma dulzura que me acaricia a mí, y cómo murmuraba en susurros que aún la ama, tomó su mano por encima de mí y la besó, luego escuché lo que me partió el alma, ella comenzó a llorar y cuándo el llanto fue más fuerte que su cuerpo se agitaba, se levantó al baño.

—¿Estás bien? —entré y me agaché frente a ella.

—¿Te desperté? Perdón —intentó sonreír y se paró rápidamente— vamos a dormír un rato más, si se despierta y no nos ve se pondrá de mal humor.

—Espera —la frené tomándola del brazo y la abracé fuerte. Entonces ella se dejó abrazar y fluyó dejándome entrar para contenerla— ¿Algún día me contaran que es lo que pasó entre ustedes?

—En cuánto tengamos privacidad lo sabrás. Pero hasta entonces, solo quiero pedirte ya que estás en medio de ambas, que la cuides también por mí.

—Te prometo que lo haré.

—Y que si tienes que elegir a alguna la elijas a ella. Nova merece ser elegida y merece tener a alguien cómo tú, en su vida.

Salió del baño antes de dejarme responder a eso, se marchó a la cama, se acostó nuevamente, miró a Nova e intentó tocarla, pero en el último momento se arrepintió, miró al techo y luego al verme me tendió el brazo haciendo lugar en medio así me acostaba junto a ella, me abrazó por la espalda y me beso el cuello. Así fue cómo no volví a dormir un rato más.

Otro día nos encontramos ambas solas, Nova quería probar una nueva receta, pero para eso necesitaba hierbas frescas, así que ella misma se fue al huerto a tomar las mejores y elegir la mejor verdura. No hay necesidad de que cocine ya que los chefs son profesionales, pero ella nos dijo que la única que puede cocinarnos es ella y bastante se contuvo unos días, así que solo la dejamos.

Úrsula sale de bañarse con la bata abierta tapando sus senos y sus bragas puestas, me mira secándose el pelo con la toalla, yo la ví y ya no pude despegar la vista de ella, leo el libro sin leer, ella voltea dándome la espalda se sacá la bata y se coloca el brasier, dejo el libro en la mesita y me acerco a ella, mis piernas tienen autonomía y mi cuerpo su propias reglas. Llego a ella y le beso el hombro, del primero beso que les di, ahora besarnos se ha transformado en un acto necesario, no puedo pasar más de una hora sin besarlas y menos teniéndolas tan cerca.

Cuando mi boca toca su piel ella se tensa, pero se relaja, mis brazos la rodean pasando mis manos hasta su abdomen, ella voltea y quedamos frente a frente, no es necesario que yo actúe, nos complementamos y ella sabe que ahora le toca avanzar a ella. Nos besamos y cada vez el beso se torna un poco más rápido y la respiración de ambas se agita, tener la cama a mi espalda no ayuda, sin pensarlo mucho mis piernas caminando hacia atrás encuentran el suave colchón, me siento y ella se acomoda sobre mí, sin dejar de besarnos, me acuesto y ella sobre mí, besando mi cuello. Antes había sentido la calentura del momento, que te nubla el juicio y te quita la ropa, pero ahora lo que siento es deseo, la deseo desesperadamente y se hace difícil parar, pero algo no se siente bien.

—Lo siento, no puedo —dice parando en seco y me mira.

—Nos falta Nova, lo sé. No es correcto sino está ella —asiente— ¿Qué te parece si vamos a verla o damos un paseo mejor?

—Perfecto. Vamos —se quita de encima y me tiende la mano para ayudarme a parar— deja que me cambie rápido y vamos.

—Alex te deseo, de verdad lo hago, casi todo el tiempo de esta manera, pero...

—Lo sé, yo también las deseo a ambas de esta manera todo el tiempo, y no se siente correcto si no está ella —me acerco sonriendo y la beso—. Te —amo. Quise decirle y sus ojos se iluminaron— tendríamos que ir a verla. Vamos por nuestra futura esposa.

Eso le sacó una sonrisa enorme. Me vestí y marchamos a buscar a Nova.

La chica oscura se enamoró de ellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora