La chica oscura se enamoró de ellas

21 Hola de nuevo

Nosotras decidimos viajar a Suiza, bueno más que yo, la rubia, y caer de sorpresa a la casa de Nova. Toco la puerta y una persona completamente diferente y bastante demacrada nos abre, su cabello está tomado en un rodete pero ella luce despeinada, está aún en pijama, descalza y usando una bata. En cuanto me ve, me abraza fuerte y llora, pidiéndome perdón al oído, yo no suelto la mano de la rubia y sigo algo reacia a ella. Entramos y Nova no deja de mirarme con culpabilidad, mientras cocina me mira y  yo estoy callada, luce cansada y con ojeras, sus ojos también están algo rojos, y sus movimientos son lentos.

—¿Hace cuánto que no duermes?

—9 días —el problema de la falta de sueño y exceso de cansancio es que los filtros para mentir se desactivan, al igual que los filtros que regulan la manera en las cuáles decir las cosas— desde que las dejé en hotel básicamente, pero ha sido peor estos días. Amor —se acerca y me toma las manos, y yo no la aparto— yo estoy tan arrepentida, hablé sin pensar y desde el enojo. Por favor, por favor no me dejes —ver la angustia en su mirada me traspasa el corazón.

—No me mires con los ojitos del gato con botas, no es justo, sabes que no puedo resistirme a eso —desvio la mirada pero aprieto sus manos, veo a Úrsula frenar y volverse antes de entrar a la cocina e interrumpir— escúchame bien Novalí, si alguna vez llegas a creer o a insinuar siquiera que yo estoy con ustedes por su dinero otra vez, te juro que no me vuelves a ver en la vida.

—Jamás lo haré, te lo juro.

Me abraza y por encima de su hombro veo a nuestro rubia mirarnos sonriendo, pero también veo en su mirada anhelo, en el cual ella quisiera más que el perdón de Nova, formar parte de las tres y no de manera individual conmigo cómo el nexo entre ellas, y yo voy a conseguir que su anhelo se transforme en realidad.

—Al fin se han arreglado.

—Nova sin soltarme la mira— Tienes que agradecerle a ella —digo—, Úrsula fue quién tuvo la idea de venir hasta aquí y quién no ha dejado que siguiera enojada contigo.

—Gracias —la empujo con la pierna— muchas gracias.

—Iré al baño —la empujo un poco en la espalda.

Voy al "baño" pero me quedo a ver si se acercan. Nova camina lentamente, cómo quién va pisando vidrio molido, la mira a los ojos y le dice gracias nuevamente, se sostienen la mirada un momento, la pelirroja acerca la mano a su brazo, toca a la rubia, colocándose en puntitas de pie y la abraza por un momento. Yo festejo atrás de la pared demasiado feliz, que no me doy cuenta de seguir atenta.

—¿Hace tanto que no vienes que olvidaste dónde queda el baño? —en el medio de mi festejo aparece la pelirroja.

—Me aclaro la garganta acomodandome la ropa— Ya fui a hacer pis.

El teléfono de la rubia suena y sale a tomar la llamada afuera, aquí adentro nunca hay buena señal. Sonríe y me acorrala contra la pared, besándome, luego de separarnos un poco con nuestras frentes aún apoyadas, ella sigue abrazada a mi por la cintura. Me mira nuevamente.

—Has logrado en muy poco tiempo, lo que vengo evitando hace años —se refiere a Úrsula.

—Me alegro.

Muerde su labio inferior, me besa y muerde el mío, se aprieta un poco más a mí, y sus manos tocan mi piel al costado de mi torso, sus manos frías hacen que me tense un poco, coloca un pierna entre las mías y un gemido sale pero lo atrapa con su boca. La puerta por la que Úrsula salió vuelve a abrirse y se escucha de nuevo ruido en la cocina.

—Nos separamos un poco agitadas— No te das una idea de lo mucho que te he extrañado estos días, y de lo mucho que te deseo todo el tiempo.

Sus pupilas están muy dilatadas, yo trago con dificultad aún agitada.

—Yo también las deseo y mucho.

—Ríe y se separa— ¿Sino seremos las tres, no seremos?

—No puedo estar con una sin que esté la otra, ya te lo he dicho, no se siente correcto. Jamás he estado con nadie y no puedo darle a una algo importante para mí, que quiero compartir con ambas.

—Entonces moriras virgen y yo me mataré a masturbadas porque las tres, no va a pasar. Por más agradecida que esté con ella por traerte de vuelta a mí.

Ingresa de nuevo a la cocina y me deja ahí parada antes de poder decir algo. Úrsula va saliendo al baño y me ve.

—¿Estás bien?

—Sí, creo que ya estamos en mejores términos con Nova.

—Se nota —pasa su mano por mis labios un poco hinchados— eso es bueno.

Entramos de nuevo a la cocina, para verla cocinar y hablar las tres de la situación de las chicas en Estados Unidos, de cómo llevan el proyecto y tocan el tema de que hacer con el dinero que me queda, dónde invertirlo y hablamos del futuro, de un futuro de más de un año. Ellas claramente no piensan que lo nuestro va a terminar luego del año pactado y yo tampoco pienso que va a terminar.

—¿Dónde va a dormír Úrsula? —le pregunto a Nova mientras comemos.

—Toma la copa de vino para pasar la comida y habla— ¿Cómo dónde? Con nosotras claro, cómo cada vez que estamos juntas. Es más cómodo para ti así ¿O no?

—Sí, me gusta que cuando estamos en el mismo lugar y seamos las tres, en todo —miro a Nova, las tres sabemos de que hablo.

—Bueno no siempre podremos ser las tres para todo —se lleva la copa a la boca— no siempre estaremos juntas, tú vas y vienes con nosotras. Ese es nuestro arreglo y estuvimos todas de acuerdo con que fuera así.

—Si viviéramos en un mismo lugar, no tendría que viajar tanto y pasar tiempo separadas.

—Estoy agotada, ahora que estás acá y estoy más tranquila necesito ir a descansar —deja la servilleta a un lado— si me disculpan —se levanta y coloca sus cubiertos en el lavavajillas—, Iré a dormir.

—Ella se va y nos deja a ambas solas— Por favor amor, no la presiones más. Ella no quiere, y no quiero que la forcemos a hacer algo que no desea.

—Solo quiero que seamos las tres.

—Lo somos a nuestra manera, y eso tiene que bastar por ahora.

Nova estaba realmente cansada y apenas toca la cama cae rendida y sé que lo que voy a hacer es jugar sucio, aprovechando que ella está súper cansada y tiene el sueño pesado, pero no me arrepiento de nada. Cambio de lugar con Úrsula, luego  de discutir mucho con ella y lograr convencerla, queda Nova en medio, la rubia a su espalda la abraza fuerte, y cierra los ojos al sentir su calor y su olor finalmente cerca de ella de nuevo. Úrsula toma mi mano, y me abraza por encima de Nova con una gran sonrisa. Esta noche con una bandera blanca, ambas gritamos tregua y descansamos por fin.