𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐕

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༺𝐇𝐈𝐋𝐀𝐋༻

Utahime estaba en el campo de entrenamiento privado de su novio, vestía radiante y hermosa, con un atuendo casual pero elegante, luciendo impecable incluso en un ambiente deportivo. Su cabello fluye suavemente al viento mientras camina con confianza hacia las gradas para sentarse junto a la novia de otro futbolista del mismo club con quien era algo cercana. A medida que se acerca, ella puede sentir la energía vibrante del campo de juego, el sonido de los balones siendo pateados, los gritos de los jugadores y el murmullo de los entrenadores. Se siente emocionada por presenciar de cerca el entrenamiento de su novio, verlo esforzarse y concentrado en lo que ama hacer.

Encuentra un asiento estratégico donde puede tener una vista privilegiada del campo. Observa con admiración cómo Gojo y sus compañeros de equipo se dedican al entrenamiento con determinación y pasión. Cada movimiento es ejecutado con precisión y cada pase es calculado con cuidado.

—¿Dónde están tus hijos?—Pregunto Utahime.

—Con su niñera, hay una agencia aquí en Italia que tiene a las mujeres mejor entrenadas para todo…—Ahora la mira con complicidad— ¿Quieres que te pase el número de la empresa?

Ella se rio un poco—No, no, con Satoru estamos bien así por ahora.

—Sería difícil tener un bebé ¿No es verdad? Tu no vives aquí en Italia.

—Eso no sería un problema, me quedaría a vivir aquí un tiempo si es necesario, pero un bebé… no es tan mala idea, solo que se deben acomodar algunas cosas.

—¡Vi lo que paso con ese conductor!

Básicamente, en un programa deportivo un conductor se pasó todo el programa criticando a Gojo por errar un gol importante, cosa que molesto demasiado porque no solo lo atacó en lo futbolístico, sino en lo personal también solo para crear polémica, diciendo y tratándolo también de engreído y mala persona por no querer darle una entrevista justo después finalizado el juego, este señor se había acercado y le puso el micrófono muy cerca, Gojo le respondió de mala gana que se apartara.

Utahime vio cuan afectado había quedado Gojo después de ese partido sumado a los dichos de ese conductor, atacandolo por todos los blancos posibles, así que ella, en un ataque de ira posteo un mensaje público, diciendo que Gojo era el ser humano más bueno y cálido del mundo, defendiéndolo y añadiendo la actitud deplorable del conductor, haciendo que el mundo se ponga en contra del conductor y a favor de Utahime y Gojo.

A medida que avanza la sesión de entrenamiento, Utahime ve la intensidad del trabajo que requiere el fútbol profesional, no era la primera vez que veía un entrenamiento, pero ver cómo Gojo se esfuerza al máximo, superando obstáculos y desafíos con determinación le encantaba, era hermoso ver como el esfuerzo del amor de su vida daban sus frutos cuando ganaba un partido importante o ganaba una copa. Cada vez más impresionada por su tenacidad, siente un profundo respeto por el sacrificio y la disciplina que implica ser un atleta de alto rendimiento, esta orgullosa de él.

Utahime se acerca a la cancha de juego cuando tienen un pequeño descanso, y Gojo saluda a Utahime desde lejos con una luminosa sonrisa y va corriendo a su encuentro.

—¡Satoru no!—Le advierte, pero él la abraza empapándola con su transpiración. Gojo amaba abrazarla, lo hacia involuntariamente dormido y voluntariamente cuando están juntos.

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