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Max sabia que estaba mal lo que tenía pensado hacer, sus padres no lo habían criado para ser "una gata rompe hogares" -palabras de su hermano- pero, desde siempre había luchado por lo que quería y ahora su
objetivo era aquel hombre con lindas pecas.

Tenía que esforzarse, no tenía mucha información sobre el, sabía su casta, su nombre -sin apellidos obviamente- y que era casado, lo último solo era una astilla en sus zapatos pero no un impedimento.

Tenía que recopilar información sobre el, tal vez Charles sabia información sobre Sergio. También tenía que investigar quien era el esposo del Omega, tanto que hablaron y no se le ocurrió preguntarle el nombre de su pareja.

-Señor Wolff, tiene una junta con sus socios en 10 minutos.

-Gracias Alice, puedes retirarte.

No sabía si su secretaria le había avisado de algo, no le interesaba lo importante ahora era elaborar un plan para que "por cosas del destino" se encuentre con Sergio otra vez.

-Alice, necesito que le digas a Charles que me hable, que es urgente -dije por el parlante el cual estaba conectado a la mesa de mi asistente-.

                               🕓

Odiaba la rutina que se había hecho en casa desde hace años, despertaba solo, estaba solo en casa todo el día y si había suerte miraba en la noche a su esposo.

Extrañaba la sensación de despertar con besos en su cuello y con un buenos días lleno de cariño, si los dioses se apiadan de el podía ver a Lewis unos minutos antes de irse de la casa.

No se podía quejar tanto, dejando de lado que su matrimonio era un desastre tenía la agradable compañia de su ayudante personal, Carola es una linda beta menor que el pero con el conocimiento de un sabio. Ella lo acompaña cada día de la semana, se podía decir que era como su sombra, cuando recién se había casado, Lewis contrato a Carola para serle compañia a Sergio.

La menor era como una hermana para Sergio, era su única compañia en todos estos años.

En su mente ya había pasado la idea de pedir el divorcio y huir de aquel lugar pero si lo hacía no tenía a donde ir, no tenía amigos ni menos quien lo pudiera acoger, lamentablemente su padre había fallecido por su enfermedad y lo había dejado solo, tras su partida ya no supo nada sobre su antiguo hogar, hace años se había marchado de aquel lugar y después del fallecimiento de su padre menos quiso saber.

Había momentos en donde extrañaba su casa en México, extrañaba el cariño que se sentía en su tierra, el amor que vivía ahí y la felicidad que tenía, ahora todo se sentía tan frío y sin sentido, podía sentir como su omega interior sufría por ser rechazado por aquella persona la cual le había prometido el cielo y las estrellas.

Tal vez en otra vida pudo cumplir el sueño que tenía desde que era un cachorro, ser un famoso corredor de fórmula 1, tal vez en otra vida no fue tan idiota y no se dejó llevar por sus impulso, tal vez fue inteligente, tal vez pudo ser feliz, pero el tal vez no existe.

-Chequito -dijo sonriendo- el señor Lecrec pregunta que si puede venir para el té.

-Carola, dile que si, si puede venir con gusto lo recibo.

A veces sentía algo de celos por Charles, tenía una vida feliz, tenía familia la cual lo amaba y una pareja la cual daría todo por el, Charles era feliz.

Algo que Sergio deseaba volver a ser por al menos algunos minutos.

            














               ♡⑅*˖•. ·͙*̩̩͙˚̩̥̩̥*̩̩̥͙·̩̩̥͙*̩̩̥͙˚̩̥̩̥*̩̩͙‧͙ .•˖*⑅♡

Hola, lamento la tardanza solo que tuve un bloqueo y no se me venía nada a la mente para poder escribir.

Espero les guste

-Val




Entre tus brazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora