Theo no podía concentrarse en absoluto en clase. su mirada estaba centrada en ti, y sólo en ti. Te veías tan jodidamente bien. tu falda estaba claramente arremangada, más de lo que permitía el código de vestimenta, pero la dulce charla que salía de tu boca cada vez que un maestro te regañaba siempre los encantaba.
te habías quitado la capa del colegio: claramente te había afectado el calor del verano. tu corbata estaba corta, el rojo brillante de tu sujetador de encaje era visible a través de tu camisa escolar.
Aún así parecías muy inocente, apartando las pestañas mientras hablabas con Theo. Te necesitaba tanto y no podía esperar para solucionar el problema que claramente "surgió" y que estaba retenido por sus pantalones escolares.
Gracias a Merlín, eran negros, de lo contrario estaría completamente jodido. por ti, con suerte. Odiaba estar tan desesperado por ti, la chica que conocía desde la escuela primaria, con la que creció.
él siempre fue coqueto, tú, completamente ajeno a ello. Odiaba cómo siempre se había sentido atraído por ti, de alguna manera te volvías aún más bonita cada día a medida que su amistad florecía.
palabra clave: amistad.
eso es todo lo que fue. y todo lo que alguna vez sería. bueno, eso es lo que se dijo theo, pero ¿ahora mismo? No podría importarle menos mientras se dejaba llevar en su dormitorio, mirando tus publicaciones de Instagram.
Recordó las vacaciones compartidas que ambos pasaron, con sus familiares más cercanos también allí. No había podido, ni una sola vez, quitarte los ojos de encima cuando estabas en su villa privada, tomando el sol bajo el ardiente sol italiano.
la forma en que el bikini rojo se ajustaba a tu cuerpo era una locura, el mismo sujetador rojo que llevabas, las cosas que él haría solo para verte en persona de nuevo así eran realmente impías.
"Theo, ¿tienes las notas? ¡Joder!" Te tapaste los ojos al ver a Theo en su cama, con la cara arrugada por el placer absoluto mientras su teléfono mostraba tu Instagram.
"¡Mierda t/n!" Rápidamente se cubrió con las mantas, con las mejillas rojas. No estaba claro si se debía a que se masturbaba o a que se avergonzaba.
"¡Mierda! Theo, ¿estás viendo mi Instagram?" Ya te habías descubierto los ojos y te concentraste en su dispositivo mientras se mostraba la familiar imagen en el espejo que tomaste en la casa de su familia.
"No, no lo hagas", gimió cuando levantaste su teléfono.
Tu boca se curvó en una sonrisa, "maldito chico travieso", colocaste su teléfono sobre la cómoda. "¿Deberías estar pensando en mí así?"
"Por favor, vete", echó la cabeza hacia atrás con total vergüenza.
"¿No quieres que te ayude?" Tu mano se deslizó hasta el edredón que cubría su cuerpo, tirando de él hacia abajo. "Mírate bien por mí", te sentaste en el borde de la cama junto a él, inclinándote. "¿Quieres que me detenga?"
Estabas asombrada de lo desesperado que parecía, tan necesitado como siempre cuando sacudió la cabeza, animándote. "Dios, eres tan grande Theo, ¿cómo es que me has estado ocultando esto todo este tiempo?" Tu mano envolvió su polla, de alguna manera se volvió aún más dura cuando lo tocaste.
"Por favor", suplicó.
"Palabras, Theo. ¿Qué quieres que haga?" Te divertiste ya que simplemente lo sostenías pero él se estaba volviendo loco.
"Chúpame , por favor t/ n", Theo gimiendo, tu nombre era realmente angelical.
sonreíste, complacido. Lo miraste a través de tus pestañas, sin romper el contacto visual mientras tomabas tanto de él como podías en tu boca.
un gemido escapó de su boca mientras ahuecabas tus mejillas, moviendo tu cabeza hacia arriba y hacia abajo mientras lo chupabas. con el resto de su polla que no podías meter en tu boca, lo masturbaste.
Todo tipo de blasfemias salieron de su boca, sus manos agarrando todo tu cabello en una cola de caballo improvisada mientras empujaba suavemente tu cabeza hacia abajo. Te atragantaste un poco, sin importarte mucho ya que Theo claramente se estaba divirtiendo.
Podías sentirlo moverse en tu boca, "joder, me voy a correr", lo sacaste de tu boca. "¿Por qué paraste?" preguntó.
Te moviste de modo que ahora estabas arrodillada entre sus piernas, sus ojos no te dejaron ni una sola vez. "¿Crees que puedes terminar solo con mis manos?" Theo asintió.
Lo tomaste con ambas manos, trabajando al ritmo mientras lo veías convertirse en un desastre que gemía y gemía bajo tu toque.
Continuó con los movimientos de sus manos, inclinándose y besándolo. su beso fue hambriento, desesperado por ti.
"Por favor, déjame correrme", se alejó de tus labios, aunque sus labios eran fantasmas de los tuyos.
"Corre para mí", dijiste y viste como sus ojos se pusieron parcialmente en blanco antes de cerrarse, su semen se disparó por todas tus manos. Te sorprendiste con lo rápido que fue para terminar, solo con tus manos.
"Mierda, t/n", te agarró la cara y te acercó para besarte. "No puedo tener suficiente."
Te reíste y te alejaste, "hasta pronto". Le guiñaste un ojo y saliste de su habitación, su cuerpo todavía dolía por tu toque.
