Zenitsu Agatsuma. ⚡💛

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[Era Taishō]

—¡T/N! - exclamó el chico de cabellos rubios.

Te acercaste a él con una sonrisa, curiosa de saber qué sucedía.

—¿Qué sucede, Zenitsu-kun? - preguntaste y él te entregó algo que ocultaba tras su espalda.

—¡Toma esta flor, T/N-chan! Es una muestra de mi amor sincero por ti. - dijo. Tomaste el tulipán y lo apreciaste por su belleza.

—Muchas gracias, Zenitsu-kun. Es una flor muy linda. - respondiste sonriendo y volviste a caminar en tu dirección principal.

—¡¡Espera, T/N-chan!! ¡¿No te vas a quedar conmigo?! ¡¡UAAAAAH!! - gritó y se tiró al suelo haciendo un berrinche. Te sentiste avergonzada al ver que algunas personas que pasaban por ahí los miraban raro.

Hace unos minutos habías sido encomendada a una misión en un pueblo y, por esa razón tuviste que ir pidiendo información. En el camino resultó que te había tocado ir con otros dos cazadores y entre ellos estaba Zenitsu, aquel chico chillón de cabello amarillo peculiar.

—Zenitsu-kun. Está bien, ya ya, caminaremos juntos. - dijiste corriendo hacia él avergonzada y colocaste la flor sobre tu oreja, dejándola de esa manera en tu cabello.

El rubio se levantó sonriendo y tomó tu mano para comenzar a correr en busca de información.

—¡Disculpe, señor! ¡Señor!- gritó Zenitsu y un hombre de la tercera edad se giró para verlo,

—Díganme, jovencitos. ¿Qué se les ofrece? - contestó.

—Verá, estamos aquí dando un paseo, pero tenemos algunas dudas puesto que escuchamos algunos rumores de sucesos extraños en el pueblo y queremos saber respecto a eso. - explicaste y el señor asintió, posó una mano sobre su mentón pareciendo así que pensaba.

—Entiendo. Sé a que rumores se refieren, seguro es sobre... Los demonios, ¿no?- el rubio y tú asintieron. —Bueno, sobre eso, las desapariciones se dan apenas cae la noche, así que les recomiendo no salir de sus hogares o donde pasen la noche a esa hora, en eso de las siete y pico. Tengan mucho cuidado, últimamente andan desapareciendo jóvenes parejas como ustedes. - relató y los miró a ambos preocupados.

Pareja. La palabra "pareja" resonó en sus cabezas y por ello se sonrojaron.

—N-No somos una pareja... - te apresuraste a decir y el señor al instante se sonrojó un poco.

—¡Lo siento! Es solo que van tomados de la mano y el joven se ve muy enamorado que pensé que lo eran. - y solo dijo eso, Zenitsu se giró a otro lado y soltaste su mano alejándote un poco de él.

—Y-Ya veo... Gracias... ¡Hasta luego! - y finalmente te alejaste de ahí siendo seguida por Zenitsu, ahora en dirección de una posada para ejecutar el plan apenas caigan las siete de la noche.

Así siguieron caminando durante unos minutos en silencio, era un silencio incómodo. Lo que resonaba por la desolada calle eran sus pisadas por el suelo duro que comenzaba a pintarse de blanco.

—Está... ¿Está nevando? - dijiste y digiriste tu vista hacia arriba. Del cielo caían diminutos copos de nieve que al tocar tu cabello y ropa se deshacían. Comenzaban a aparecer algunas ventiscas y, aunque el sol aún proporcionaba calidez, el frío de la nieve ya se estaba haciendo presente.

—Deben ser las cinco apenas... Por eso el sol aún no se oculta pero parece que falta poco. - musitó Zenitsu y asentiste.

Después de esa pequeña charla siguieron caminando y ahora observabas sonriente los copos de nieve que caían y pintaban de blanco los alrededores. Veías el humo saliendo de las chimeneas de las cabañas y a algunos animales posandose en las ramas de los árboles ya sin hojas.

Zenitsu estiró su brazo y en su mano cayeron algunos copos de nieve que se deshicieron lentamente. Notaste que su respiración salía en forma de vapor e incluso su nariz ya se ponía roja.

—¿No tienes frío? Creo que deberíamos apurarnos a llegar a la posada, parece que hoy puede haber una tormenta de nieve. - dijiste al rubio notando que este temblaba un poco, además las frías ventiscas qué se hacían más frecuentes comenzaban a calarte.

—Sí, hay que apurarnos. Debes tener frío también. - contestó y tomó tu mano, entrelazando sus dedos con los tuyos. Esto te tomó por desapercibida y no avanzaste ni un poco, solo dirigiste tu mirada a sus manos y después dirigiste tu vista a él, quien estaba de espaldas intentado jalarte.

—Zenitsu... - pronunciaste y el rubio se dio la vuelta sin soltar tu mano.

—¿Sí, T/N-chan? - preguntó haciendo contacto visual contigo. Sus mejillas ya estaban rojas y quizás las tuyas también.

De pronto sentiste una chispa eléctrica, un nuevo sentimiento que antes no habías experimentado. Parecía que había mariposas revoloteando por tu estómago y recorriste de pies a cabeza a Zenitsu notando que además de ser apuesto, su haori era bastante lindo.

Aquellos detalles que antes no habías notado ahora comenzaban a ser presenciados por ti, eso era algo nuevo.

Sonreíste y te acercaste más a él con la intención de ahora jalarlo a él para seguir caminando pues comenzaba a caer más nieve y pronto les sería más difícil caminar, pero él impidió tu paso deteniéndote aun con sus manos entrelazadas.

—¿Eh? -

—No sonrías así. - espetó. Lo miraste confundida y por inercia borraste tu sonrisa.

Este parecía dubitativo y titubeó un poco pero finalmente habló, notándose un rosado lindo en sus mejillas:

—Haces que me tiemble el corazón. - declaró y te sonrojaste.

De pronto comenzabas a temblar y evitaste su mirada.

—Zenitsu-kun, a qué te refieres... - ibas a seguir hablando intentando soltar su mano pero él detuvo tu acción abrazándote.

—Disculpa por abrazarte sin tu permiso pero, no miento. Cuando sonríes así... Se te generan unos hoyuelos... Y te ves tan linda que haces que mi corazón palpite demasiado rápido, casi podría morir de un infarto por lo dulce que eres para mí.- explicó mientras lentamente correspondías su abrazo y te sonrojabas más.

"¿Esto es una declaración de amor? ¡¡No entiendo qué está pasando!! Pero... De alguna manera... Zenitsu-kun, me haces sentir cómoda." pensabas nerviosa.

—Zenitsu-kun, hay que seguir caminando a la posada, es lindo estar abrazados pero aún así podría morir congelada. - dijiste separandote de inmediato de dicho abrazo y saliste corriendo jalandolo de la mano.

Ya sabias donde estaba la posada, solo hacía falta correr un poco más y llegarían.

De un momento a otro sentían la adrenalina en sus cuerpos y por esa razón rieron un poco, disfrutando de la calidez en sus manos entrelazadas y su compañía, solo disfrutando ese momento entre sí.

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Hola, hola, amiguitos. ❤️

Ya reviví, estuve casi una semana completa inactiva, pero es que estuve en semana de entregar proyectos y necesitaba paz mental para eso, jaja.

Espero les haya gustado este pedido, gracias a la personita que lo pidió. 💗💗

Los quiero mucho, mis queridos tulipanes, ¡nos vemos más tarde con otro One shot!

Pista: 🌫️

One shots KNY.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora