¿Qué hay de malo en un trabajo?
Donde Draco termina enamorandose de la persona a quien menos imaginaba y donde Emma termina enfrentando su pasado con dolor.
¿Será mas fuerte su amor que una guerra mágica?
• 𝐚 𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚�...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡ES UN IDIOTA!
Hermione se sentó en la orilla de su cama con mucha frustración, tocando su cabello mientras mordía su labio inferior con una expresión de fastidio.
—Dime que hizo ahora— dije sin mucha importancia, hojeando el libro que tenía en mis manos.
—Eso ya no importa, no quiero pensar en eso.
—Hermione, el problema es que tu sola te estas lastimando— dirigí mi mirada hacía ella, apartando el libro de mí para acercarme a ella —¿Sabes lo mucho que se sufre por amor?
—Si...
—Deberías confesar lo que sientes, no es bueno guardarse las cosas, mucho menos algo que llevas contigo durante muchos años. Debe ser muy cansado— solté un suspiro cuando vi su expresión triste. Me dolía. Por supuesto. Fue y es mi amiga desde siempre, quizá no desde primer año, porque creía que era un poco odiosa, lo cual, estuve totalmente equivocada, aun que no del todo, pero no hablare mucho de ese tema.
Ambas nos conocíamos muy bien, y algo de lo que no podía pasar desapercibido, era su claro enamoramiento que tiene por esa cabeza de zanahoria. Aun que siempre decía y aclaraba que eran buenos amigos nada mas, sabía que no era cierto.
—¿Te has enamorado alguna vez, Em?— la pregunta me tomo por sorpresa.
—¿Por qué de pronto lo preguntas?— dije con una sonrisa, tomando asiento a su lado —Bueno, no es tan difícil responderla, la verdad es que no, nunca he sentido algo como el amor.
Y era cierto. Todos los chicos con los que había salido eran unos imbéciles, la mayoría solo quería salir por las noches y se les olvidaba mi existencia por la mañana, estaba claro que yo no aceptaría seguir de esa manera, por lo que siempre terminaban saliendo con otras chicas. Y otros, simplemente no me gustaban, no deseaba perder mi tiempo tampoco.
—Mejor ni lo sientas— bajó la mirada —Me hubiera gustado no sentirlo.
Cualquier palabra o acto que estuvieran mal para ella, lo eran también para mi. Me acerque hasta que estuve lo suficientemente cerca para envolverla en un abrazo, dejando que recostara su cabeza en mi hombro.
—Mione, no me gusta verte así— dije en voz baja —Eres una increíble chica, creo que jamás había conocido alguien tan hermosa como tu, aparte de ese gran cerebro que tienes en esta cabecita tan pequeña— ella soltó una pequeña risa nasal, pero no dijo nada —¿Sabes cuantos chicos desearían estar con alguien como tú? ¡Muchísimos! Ni siquiera contarlos, incluso creo que también le gustas a Ron, solo que es muy imbécil como para tener el valor de decírtelo. ¿No has pensado que quizás él este ahora mismo de la misma forma que tú con Harry?
