¿Qué hay de malo en un trabajo?
Donde Draco termina enamorandose de la persona a quien menos imaginaba y donde Emma termina enfrentando su pasado con dolor.
¿Será mas fuerte su amor que una guerra mágica?
• 𝐚 𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚�...
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LA SENSACIÓN DEL AIRE FRESCO PEGO DIRECTAMENTE EN MI CARA. Me sentía mareada, mi cuerpo dolía como un demonio y era demasiado incomodo estar en ese lugar. Las piedras me picaban la piel expuesta de los brazos, de mi espalda y mis hombros. ¿Cómo había llegado hasta este punto?
Parpade un par de veces para acostumbrarme a la luz que emanaba la cabaña de Hagrid incendiada. El humo comenzó a llegar hasta mis fosas nasales hasta pasar por toda mi garganta, tuve que inclinarme hacía un lado cuando me entraron las ganas de toser. Aquel simple movimiento me había vuelto a marear, pero deje de pensar en ello en cuanto vi a Harry a mi lado. No parecía estar inconsciente, en realidad, sus ojos estaban cristalizados y solo podía mirar la cabaña que estaba enfrente de nosotros, o al menos lo que quedaba de ella.
—Harry... Harry, ¿te duele algo?— me acerqué a él como pude, arrastrándome a su lado para poder mirarle bien la cara —Me siento jodida, Harry, pero no podemos quedarnos aquí— sus ojos voltearon a mirarme de una forma dolorosa.
—Esta muerto— apretó los labios y desvío la mirada mientras se aguantaba las ganas de llorar.
—Tenemos que irnos... no podemos quedarnos mas tiempo aquí— junte toda la fuerza que tenía mientras me apoyaba con ambas manos para levantar mis rodillas, las que apoye en el frio suelo —Porfavor, Harry...
—Lo siento— deje salir un suspiró largo en cuanto escuche esas palabras. Se estaba disculpando por algo que claramente no era su culpa y eso lo volvía algo triste. Tomó mi mano y con mi ayuda logro quedarse sentado, no sin haber soltado varios quejidos de dolor antes —Si hubiera hecho algo, tal vez...
—No— lo interrumpi —No digas cosas como esa, no de nuevo. No tienes la culpa de nada, absolutamente de nada— me resultaba algo cansado tener que repetir esas palabras cada que algo malo pasaba frente a sus ojos y él no pudiera hacer nada, ninguno de los dos —Tenemos que irnos, no sabemos como están los demas y tampoco tengo idea de cuanto tiempo he estado inconsciente.
Me alivie cuando vi un asentimiento de su parte e intento pararse por su propia cuenta, para después brindarme ayuda a mí. Una vez estuvimos parados los dos comenzamos a caminar de regreso al castillo, no habían estudiantes fuera ni profesores deambulando por los pasillos. Todos estaban en el patio, la multitud de los estudiantes formaban un circulo mientras miraban con tristeza y decepción el cuerpo del profesor Dumbledore. Y lo supe en el momento en que Harry y yo nos pasamos por toda la gente hasta llegar al centro.
Era difícil explicar la sensación que sentía en el pecho al verlo ahí. Sin vida, sin alma y sin poder protegernos. Me detuve antes de llegar hasta él sin poder aguantar las ganas de llorar. Apreté mis manos en forma de puño en cuanto vi a Harry hincarse a su lado, empezando a tocar su rostro con delicadeza mientras lo escaneaba de pies a cabeza. Nadie se atrevía a decir nada, simplemente se pasaban a observar la escena con tristeza, quedándose en silencio con lagrimas en los ojos.
Miré con cierta curiosidad los movimientos de Harry. Había tomado algo que Dumbledore llevaba con él y lo protegió con una de sus manos, mientras que la otra la subía hasta su pecho.
Seguí con la mirada a aquella pelirroja que se acercaba hacía Harry, hincandose junto a él para envolverlo en sus brazos, permitiendo así que llorara todo lo que quisiera en su pecho.
‧⁺
La puesta al amanecer era una cosa sorprendente. Quedarme y observar el cielo me recordaba a varios momentos que había tenido con mis padres cuando ellos aún estaban juntos, cuando eramos una familia unida.
De alguna manera eso resultaba ser demasiado pesado, tener que pensar siempre en eso me costaba muchísimo y odiaba ver a otras familias que eran felices, porque me daba cuenta que yo nunca podría volver a tener algo así. Quizá era lo único que envidiaba.
—Siempre admire tu coraje, Harry. Pero aveces eres muy tonto— escuché la voz de Hermione una vez mas. Después de haber conversado sobre el Horrocrux falso, se entablaron la idea de que no podrían volver el próximo año, con la razón de que debían destruirlos —No creerás que iras a buscar los Horrocruxes tu solo ¿verdad?
Vi la mirada desanimada de Harry, quien la observaba con un poco de sorpresa, aunque ya se hubiera esperado esa respuesta. Me removi en mi lugar mientras miraba el cielo, ¿estaba dispuesta a acompañarlo? Por supuesto que si, sería mentira si dijera que prefería volver a clases que eso, además, no lo dejaría solo.
—Nos necesitas.
—Hermione tiene razón, Harry. No dudo que tu puedas hacerlo solo, pero podría facilitarte la vida si nos dejas ayudarte— me acerqué a él con una pequeña sonrisa —Además... sería demasiado aburrido ir solo ¿no crees?
Lo vi bajar la cabeza un poco, no mostrando señales de querer sonreír. Sabía exactamente lo que estaba sintiendo, creía que eso significaba ponernos en mucho riesgo y que eso en parte era su culpa. Pero no era así.
—Esa noche... cuando salimos corriendo detrás de Snape— desvíe la mirada hacía el cielo, queriendo cambiar de tema —Ella... Bellatrix, me llamo Alison— los tres chicos me miraron con sorpresa y confusión —Aunque no estoy segura de lo que escuche, pudo equivocarse ¿no?
—¿Alison?— preguntó en voz baja.
—Fue extraño— confesé —Me miro como si me conociera de toda la vida. Como si me hubiera visto después de mucho tiempo... lo cual es totalmente imposible.
—Ya no me extraña nada— escuche suspirar a Hermione —No debes de preocuparte, tal vez te confundió.
—Si, eso debió ser— mostré una sonrisa para regularizar la tensión que se había formado entre nosotros. La que borre segundos después de haber recordado la última carta que había recibido.
El año había acabado, y la carta estaba siendo clara cuando decía que debería irme muy lejos. ¿Pero por qué debería confiar? Quizás, si llevara algún nombre me lo pensaría dos veces, porque no podría seguir aquellas indicaciones, no cuando acaba de decir que les ayudaría en encontrar los Horrocrux. Lo único que podría hacer era no buscar a mis padres, aunque estaba tentada en hacerlo, si pasara algo ellos vendrían a buscarme, estarían bien. Una vez acabáramos con los Horrocrux arreglaría todo eso.
—Oye, Harry...— me gire para verle la cara —¿Te molestaría que estas vacaciones las pase contigo?
—Por supuesto que no, de hecho estaría encantado si quieres venir— formó una sonrisa en grande.
—¿Tus padres no están?
—La verdad no estoy segura... quiero decir, no, no están— frunció el ceño ante mis palabras rápidas, pero asintió sin preguntar nada mas.
¿Sería bueno contarles sobre la carta? No, mejor no.
Nos mantuvimos en silencio por varios segundos, sin querer apartar la mirada de esa vista que se veía sorprendente en este punto.
—Nunca me había fijado en lo pacífico que es este lugar.
‧⁺
¡Hola!
Este es el final del primer acto (o película, como deseen llamarlo) y estoy con ganas de escribir los siguientes capítulos.
Si estos les pareció que llevaban drama, pues entonces los que siguen llevaran mucha mas.
Les agradecería mucho si votaran y comentaran todas su opiniones para saber si les va gustando.
