¿Qué hay de malo en un trabajo?
Donde Draco termina enamorandose de la persona a quien menos imaginaba y donde Emma termina enfrentando su pasado con dolor.
¿Será mas fuerte su amor que una guerra mágica?
• 𝐚 𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚�...
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—DEBO ADMITIR QUE CREÍ QUE NO ATRAPABA LA ÚLTIMA— Ron mantenía una expresión de grandeza, seguramente le había ido muy bien en las pruebas, y no lo dudaba —Espero que Cormac no se sienta desmoronalizado.
Harry estaba concentrado en el libro que tenía en sus manos, Hermione fingía leer un pergamino, pero estaba pendiente a todo lo que Ron decía. Y yo, bueno yo me senté frente a ellos escuchando.
—Por cierto, le gustas Hermione, a Cormac.
Bajó su pergamino para lanzarle una mirada fulminante.
—Es un bruto— levantó su pergamino de vuelta para seguir mirándolo. Yo baje mi mirada para ocultar la sonrisa que había aparecido en mi rostro, hasta que sentí como Harry se acercaba hacía mi con su libro en manos.
—¿Conoces este hechizo? ¿Sectumsempra?— miré la página de su libro.
—No, no lo conozco...
—Si tuvieras un poco de respeto, devolverías el libro— la voz de Hermione hizo que ambos dirigieramos la mirada hacía ella.
—De tonto lo haría... es el mejor de la clase, hasta es mejor que tú— el pelirrojo lanzó una mirada en su dirección, con una sonrisa —Slughorn cree que es un genio— ella volvió a mirarlo, amenazante —¿Qué?
—Me gustaría saber de quien era— se levantó dejando aun lado el pergamino, dando unos pasos hacía el de lentes —Déjame ver— Harry se levanta de forma apresurada, cerrando el libro.
—No.
—¿Por qué no?
—El encuadernado es frágil.
—¿El encuadernado es frágil?— soltó una risa sarcástica.
—Si.
Mis ojos miraron como ambos discutían, y como Harry se sorprendía en el momento que Ginny apareció detrás de él y le arrebato el libro. Se alejaba mediante él se acercaba, abriendo y hojeando el libro con diversión.
—Propiedad del príncipe mestizo.
Todos miramos con curiosidad el libro. Harry no decía nada, simplemente trago saliva esperando a que le regresara su libro. Y así fue, cuando Ginny no tuvo respuesta alguna se lo devolvió. Y solo logramos ver como nos lanzó una última mirada para salir de nuestra sala común.
—¿Pero qué ha sido eso?— Ron levantó sus cejas.
—Hermione, no deberías preocuparte tanto por lo que Harry haga o no— señalé un lugar a mi lado, esperando a que se acercara hacía mi y tomara asiento. Cuando estuvo en ese lugar, recargue mi cabeza en su hombro —Créeme, ahora lo que menos necesita, es que le digan que hacer.
