¿Qué hay de malo en un trabajo?
Donde Draco termina enamorandose de la persona a quien menos imaginaba y donde Emma termina enfrentando su pasado con dolor.
¿Será mas fuerte su amor que una guerra mágica?
• 𝐚 𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚�...
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ME QUEJE DE DOLOR TODO LO QUE PUDE. No importaba cuanto me esforzaba, el agarre que tenía sobre mí era demasiado fuerte. Incapaz de lograr quitarmelo de encima deje que me llevara con él a regañadientes.
Mi sorpresa fue aun más grande cuando me dirigió a una habitación que desconocía por completo, pero que logro sorprenderme cuando vi a la señora Malfoy y a Draco conversando con caras pálidas. Me miraron con sus ojos bien abiertos, bajando sus manos como si temieran que hubiéramos escuchado algo.
—Mi señor...— Narcissa dio un paso al frente, comenzando a temblar cuando me vio a su lado.
—¡Ya ha sido suficiente!— dijo en voz alta, como si deseara que todas las personas fuera de la oficina escucharan —Reunanse todos en la sala principal, quiero que todos estén presentes cuando yo mismo le ponga la marca a esta mocosa— bajó la mirada para verme con una sonrisa burlona —¡Y a nombrarte Alison! No soporto escuchar ese horrible nombre que tienes.
—Vol... señor— Draco dio un paso adelanté con la voz temblorosa —¿A qué se refiere... con qué yo voy a ayudarle?
—¿Qué no es obvio?— alargó una sonrisa —Tu me vas a ayudar a taparle la boca para que no grite. Si, llamen a Mattheo también. Quiero a todos reunidos.
Me soltó el brazo con un movimiento brusco, logrando que cayera sobre el suelo secamente. Mordí mi labio inferior para no soltar ningun grito, no le daría el gusto de que siguiera escuchando mis sollozos, al menos ahora. Me apuntó con su varita e hizo un movimiento para dejarme completamente atada, de pies y manos, incapaz de poder moverme.
—¿Mattheo?— escuché la voz curiosa de Draco, quien no apartó la mirada de mí ni un segundo —¿Mattheo esta aquí?
—Siempre estuvo cerca, Draco— Voldemort se giró con un gesto dramático, moviendo su túnica de manera exagerada —¿Cuántas cosas te sigue ocultando tu madre?
Y sin esperar que Draco le contestara, salió de la habitación a pasos largos. Por un momento creí que me quedaría en ese lugar, pero mi cuerpo se arrastro en la misma dirección donde él había salido. El movimiento brusco logro que lastimara mis heridas de nuevo, ¿Cuánto tendría que esperar para que este tipo de torturas pararan? Pare en seco cuando estuve justamente en el medio de un gran salón.
Narcissa y Draco llegaron corriendo con las mismas caras pálidas, incluso más, mirando al rededor para observar quienes llegaban. A mi lado, un grupo de Mortifagos se acercó con sus mascaras, portando sus varitas y haciendo una reverencia cuando vieron a Voldemort. Bellatrix, quien solo espero algunos segundos para aparecer con una sonrisa en su cara, hizo el mismo gesto que los mortifagos.
—¡Vean aquí! Absolutamente nadie tiene derecho a burlarme, todos y cada uno de ellos van a caer ante mí....— bajó la mirada para verme —¿Qué te parece... Alison?
