¿Qué hay de malo en un trabajo?
Donde Draco termina enamorandose de la persona a quien menos imaginaba y donde Emma termina enfrentando su pasado con dolor.
¿Será mas fuerte su amor que una guerra mágica?
• 𝐚 𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚�...
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ME SENTE EN EL PEQUEÑO SOFA QUE ESTABA A MI LADO. Bajé la cabeza recordando la discusión que había tenido con Draco.
Me había mentido, me había llevado a su casa con mentiras para protegerme. Como él lo decía. Dejando aun lado a todos mis amigos, a mi segunda familia...
Lleve ambas manos a mi rostro para tapar mis ojos mientras me permitía llorar y sollozar todo lo que necesitaba sacar.
—Milo esta preocupado por usted— el elfo se acercó hacía mi con pequeños pasos —Milo puede traerle algo para tomar si quiere.
—Estoy bien— absorbi mi nariz sin querer mirarlo, estaba llena de vergüenza —No tienes que seguir aquí si no quieres.
—Milo tiene indicaciones claras de llevar a la señorita Emma hasta el tren— asintió un par de veces.
—Esta bien, pero no necesito nada— limpie mis ojos mientras me recargaba sobre el respaldo del sofá, queriendo e intentando poder dormir.
‧⁺
Cerré la puerta tan rápido como pude. No quería arrepentirme y regresar, no cuando todo cerca de él parecia hacerme daño, incluso cuando agrego que lo hacía hecho para protegerme. Resbale mi cuerpo sobre la puerta hasta el piso y me solté a llorar.
Harry, los Weasley y sabrá Merlín cuantas personas estaban ahí. ¿Podrían estar heridos? No, no quería ni imaginarme que alguien hubiera resultado herido, tendría que hablar con alguno de ellos de inmediato.
Cuando quise levantarme para buscar algo con que escribir vi como algo pequeño apareció en la habitación, lo que me causo soltar un pequeño grito.
—Milono quería asustarla, tengo que entregar esto a la señorita Emma— me tapé la boca con la mano. No es que les tuviera miedo, solo que eran muy extraños... Me entrego una carta en las manos, pidiéndome con gestos que la abriera.
Los nervios subieron por todo mi cuerpo cada que escuchaba como Draco golpeaba la puerta. No le abriría, estaba demasiado molesta y dolida como para hablar con él. Abrí la carta torpemente y leí lo que decía.
"No hagas preguntas ni cuestiones lo que te voy a pedir.
Recoge tus cosas y vete con Milo. Él te cuidara.
Narcissa."
Frunci el ceño al leer el nombre de quien venia la carta. La madre de Draco, por supuesto, ¿pero porque debería irme ahora mismo? Seguramente sea por los mortifagos que llegaron.
