ℯ. 020

479 52 29
                                    

¡ 𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙏𝙬𝙚𝙣𝙩𝙮 !
𝘌𝘮𝘮𝘢 𝘈𝘯𝘥𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯

LOS DESTELLOS DE LUZ PROVENIENTES DE AQUELLA HABITACIÓN ACANDILABAN MIS OJOS CADA QUE INTENTABA ABRIRLOS

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

LOS DESTELLOS DE LUZ PROVENIENTES DE AQUELLA HABITACIÓN ACANDILABAN MIS OJOS CADA QUE INTENTABA ABRIRLOS. Lo que me obligaba a mantenerlos cerrados, al menos hasta que lograra acostumbrarme, lo que estaba resultando demasiado difícil.

Las náuseas regresaron de repente, ahogandome en un malestar que no podía controlar en ese momento. Por inercia, lleve mis manos hasta mi estómago, como si aquello quitara de alguna manera mi asco. Pero no pude. Mis muñecas estaban atadas con una cuerda gruesa, la que estaba situada tambien al rededor de mis tobillos. Grite, al menos trate una, dos, tres y cuatro veces. Pero nadie llegaba escucharme, mi voz estaba siendo demasiado débil. Sin contar con ello, termino por dejarme incluso mas débil, debilitando mis cuerdas vocales y dejando completamente seca mi garganta.

¿Había muerto? Y si es que había sido así... ¿Qué había hecho para merecer este dolor?

Me force en abrir los ojos, tendría que mirar el lugar en donde estaba. Al menos así podría plantearme la idea de huir. Si es que eso sería posible. Gemi del ardor que sentía por todo mi cuerpo, por el dolor que sentía en mis ojos. Mi labio tembló en cuanto logre abrir mis ojos por completo.

La Mansión Malfoy.

Estaba en la Mansión Malfoy. ¿Por qué? ¿Por qué ahí?

Gruñi en el momento que recorde tener una herida en mi pierna, fue hasta entonces que volvía a doler. Bajé la mirada hacía mis piernas, ahogando un grito en cuando note toda la venda empapada de mi propia sangre. Nunca lograría curar si seguía de esta manera, sin contar que terminaría dejando una grande cicatriz. Me solté a llorar sin poder soportar todo el dolor que sentía por todo mi cuerpo. Jalaba mis muñecas con la esperanza de que aquella cuerda se soltara o rompiera, pero fue en vano, lo único que logre fue lastimarme aun mas mis muñecas, al punto de dejar mi piel completamente roja. Estaba segura de que si seguía forcejeando de esa manera haría sangrarlas. Y lo último que quería era herirme más.

Retrocedí mi cuerpo al escuchar voces y pasos acelerados acercarse hacía la habitación donde yo estaba. Sin poder evitarlo, mi respiración se acelero con miedo, teniendo que abrir mi boca para pasar aire desesperada. Me habían secuestrado, Bellatrix me había llevado. Me iban a matar, por supuesto que iban a matarme.

Mis ojos se abrieron con fuerza cuando la puerta fue abierta de un solo golpe, creando una gran ola de aire fría por la rapidez y fuerza que fue usada, la que cubrió mi cuerpo hasta hacerlo temblar de pies a cabeza. Narcissa. Narcissa Malfoy entraba por la puerta con una expresión de enojo, buscando por todas partes algo en específico. Yo.

Se acercó hacía mí cuando me miró. Con aquellos ojos, que alguna vez creí eran los mas hermosos que había visto en toda mi vida, hechas dos dagas de fuego. Por un momento me esperaba una mano, alguna ayuda y palabras que me repitieran en la cabeza que todo había sido un error. Que yo no debería de estar en aquel lugar sangrando y sintiendo dolor atada de esa forma, como si fuera una criminal. No. No iba a pasar. Todas aquellas esperanzas se fueron en el momento que sentí la mano áspera de aquella mujer golpear mi mejilla sin piedad. Formando un eco de aquel golpe. Mi cara se volvió hacía un lado con fuerza. Cerré mis ojos y los abrí segundos después. El mareo de mi cabeza se hizo mas grande, amenazandome en vomitar una vez más.

Everything I learned from you | Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora