¿Qué hay de malo en un trabajo?
Donde Draco termina enamorandose de la persona a quien menos imaginaba y donde Emma termina enfrentando su pasado con dolor.
¿Será mas fuerte su amor que una guerra mágica?
• 𝐚 𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚�...
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ME QUEDE MIRANDO POR LA VENTANA EN SILENCIO. Escuche a mi lado como Blaise contaba algo que había pasado esta mañana, no puse realmente atención, estaba totalmente nerviosa que en lo único que podría pensar era en como sería pasar estos días en la mansión de los Malfoy.
No termine de estar segura, ciertamente. A Harry y Hermione no les había parecido nada bien el que yo estuviera ahora en camino con estos chicos Slytherin. Pero la verdad es que no me importaba, ahora mismo solo quería disfrutar de unas vacaciones y estar lejos de lo que estoy acostumbrada a vivir.
Aunque por mucho rato me quede pensando en la manera en que Draco me lo había pedido. De última hora, y con un poco de insistencia. ¿De verdad deseaba tener una buena amistad conmigo? Yo esperaba que si, porque entonses no se que significaría invitarme a su casa.
—¿Esta todo bien?— Pansy llamó mi atención con un toque en mi brazo —Has pasado todo el camino en silencio, no es que sea de mi importancia, pero tal vez pueda ser de ayuda...
—No pasa nada, lo siento— sonreí apenada —Es solo que... es extraño.
—Oh, claro, también fue demasiado extraño para nosotros en el momento que Draco nos contó sobre esto— río por lo bajo —No por mucho, me agrada saber que no seré la única chica con estos imbéciles.
—Te estamos escuchando, Parkinson.
—Lo que quiero decir es, que no estés así, nos vamos a divertir, al menos yo me aseguraré de que lo hagas en los días que yo me quedare— me guiñó el ojo con una sonrisa coqueta.
—Gracias— sonreí.
El camino fue largo, pero algo divertido. Después de aquella charla con Pansy procure meterme mas en sus conversaciones, aunque la mayoría del tiempo solo los miraba con una sonrisa. El tren se detuvo y todos tomamos nuestras cosas para después salir, Draco se acercó hacía mi y tomo mi equipaje con una pequeña sonrisa, salió por mi lado fuera del tren.
Mire con los ojos bien abiertos a la mujer que nos miraba con una sonrisa, quien al mirarme arrugó la frente confundida.
—Madre, ¿recuerdas a Emma? Es hija de Elena.
—Claro que la recuerdo, hola querida— llevó su mano hasta mi mejilla, dando una suave y rápida caricia —Me alegra saber que Draco a hecho mas amigos.
—Es un gusto, señora Malfoy— junté ambas manos nerviosa.
—Llámame Cissy.
Los demás se acercaron para saludar a la mujer con mucho entusiasmo, podría jurar que la cara de Narcissa estaba demasiado decaída, cansada, parecía llevar un enorme peso sobre sus hombros, pero no diría nada. Nos llevaron en un largo recorrido a lo que podría imaginarme era la mansión de los Malfoy. Y lo era, vaya que era demasiado grande.
