Te voy a enamorar

¿Estás ahí?

Alan...

Entro a mi casa y voy a ver a mis papás. Ya están acostados. Cuando me ve mamá se levanta y se dirige a mí. Hace lo que menos esperaba y me abraza. ¿Tan mal me veo?

--Ay mi niño. ¿Cuéntame que paso?--me pregunta mientras me acaricia la cabeza.

--Ella no siente nada por mi mamá. Le iba a decir que...--siento las desbordantes lágrimas salir y la furia en impotencia. Frustración también se junta a ellas--. Qué la he amado desde hace tiempo, pero antes de eso ella me detuvo y me dijo que no había pasado nada, y que nunca más lo mencionaríamos. Cuándo la bese sentí tan cálido.

--¿La besaste?--me pregunta y asiento, aun con las lágrimas en las mejillas--asiento, pero luego niego con la cabeza.

--Solo le di un beso en su cuello, pero sentí que toque la seda pura mamá.

--Ay mi niño. Dale tiempo. Tal vez ella no quiere intentar nada por todos los problemas que hay en su casa.

Se escucha un carro arrancar y después puro silencio. Tal vez su padre ya llego de uno de sus largos viajes.

Mamá me acaricia una vez más y después me da un beso en la frente. Me arropa como cuando era pequeño y después de que sale de mi cuarto, me pego hacia la pared como de costumbre, pero esta noche siento la pared fría.

Esa noche no la oigo llorar y pienso que tal vez es por el beso que se alegró secretamente tanto como yo. Pero todo lo escondió por su vida de sombras como lo dice mamá.