¿La tierra es plana?

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Alan...

Llegamos a la casa alrededor de las doce de la noche. Nos bajamos del carro y Carolina no para de besarme. Entramos a duras penas a la casa y por poco nos caemos así que ambos rompemos a reír. Le ofrezco algo de beber. Tal vez en parte para armarme de valor sabiendo que aunque sea hombre, esto no es lo quiero, no con ella. Después de tres vasos de Brandi subimos a mi habitación.

Comenzamos como la última vez que ella estuvo en mi habitación. Ambos estábamos solamente en ropa interior y ella sobre mí, pero después no nos separa nada de tela a nuestros cuerpos.

Con gran maestría me pone ella el condón con la boca y hace que entre en ella y noto que esta no es su primera vez. La sensación es estremecedora. Ella comienza a subir y bajar. Después de unos movimientos más, cambiamos de posición y ahora ella está debajo de mí. La cama rechina bajo nuestros pesos y movimientos.

Minutos después nuestro ritmo aumenta y Carolina gime más rápido y con un grito me dice que ha llegado a su clímax. Y después la sigo yo desplomándome sobre su pecho. Ambos tenemos la respiración acelerada. Nos quedamos así hasta que se acompasa la respiración. Salgo de ella y me quito el condón. Después del cansancio y el alcohol, siento que mis parpados se cierran y ya no se de mi después de ese excitante momento.

Me despiertan las suaves caricias de Carolina en mi pecho. La abrazo más fuerte.

--Promesa cumplida--le digo después de besarla en la frente.

--Y valla promesa--me contesta. Se levanta y se sube a horcajadas sobre mi pelvis y me comienza a besar.

--Espera, tenemos que ir a la escuela. ¿Qué hora es?--miro mi celular y veo que ya son más de las diez. Dejo caer mi cabeza en la almohada.

--¿No tienes hambre?--le preguntó moviéndome para levantarme al baño.

--Si--dice con una sonrisa pícara.

Cuando salgo del baño se me acerca y me besa--¿Que monstruo he creado?--digo dramáticamente mirando hacia el techo. Ella se echa a reír.

Vamos a la cafetería donde varias veces nos juntamos Ruby Katy y yo. Se podría decir que es nuestra cafetería favorita. De hecho si se enteraran que y traje aquí a Carolina me matarían, pero no me importa. Al carajo con mis amigas.

--Eres lo mejor--me dice alegremente mientras pago a la camarera.

--Soy el mejor--le contesto y la beso.

Más tarde la llevo a casa. Se despide de mí con besos y abrazos y luego se mete a su casa.

Me dirijo a la mía y cuando voy doblando la esquina comienza a sonar She Will Be Loved de Maroon 5. Es su preferida de Katy. Al principio me preguntaba si era porque creía que era su historia. Qué sella solo se escondía en su belleza. Luego comprendí que no, que solo le gustaba porque amaba a Adam Levine.

Estacionando el carro y me bajo de él. Después recuerdo que deje las llaves de la casa en la chamarra y me regreso al carro por ella. Cuando salgo veo Katherine. Le sonrió, y ella se sigue sin molestarse en devolvérmela.

Después de la escuela Carolina consigue otro pretexto para quedarse en mi casa. Otra sesión, como ella le llama.

Llegamos a casa y ella sale alegremente del carro para entrar a mi casa. Ya que estará sola por un tiempo.

--Cada vez te vuelves mejor--me dice Carolina con la respiración acelerada dejándose caer en el colchón.

--Creí que era una de tus primeras veces--le respondo.

--La gente creía que la Tierra era plana--me responde sin preocupación. La miro y me da risa. Bien ya que quiere que los dos seamos unos completos idiotas sin sentimientos. Le quito la sabana y me levanto.

--Bien creo que puedes irte--le digo poniéndome mis boxers negros. Sin discutir se levanta y se mete a mi baño, a darse una ducha rápida.

Sale del baño vestida y con el pelo todo mojado. Se acerca y me da un beso.

--Creo que entendiste el sentido de nuestra relación --me dice y en un rincón dentro de mí me duele. Yo que la había respetado. Yo que la había hecho mi novia, porque creía que toda chica quiere amor. Pero bien.

--Tal vez lo volvamos a intentar mañana en los jardines. Dicen que están limpios de maestros.

--¿Lo dices por experiencia propia?

--Lo digo porque tu amiguita y su noviecito lo andan haciendo. Quien diría que la santa Katherine iba a ser una reverenda zorra--me quedo callado y la dejo que hable como la víbora venenosa que es.

--Creí que no era una santa.

--Pues ahora lo confirmo--patrañas. No le creo nada, pero mejor dejarlo así. Bajamos las escaleras y se mete a su carro veo que Katherine estaciona el carro y me acerco a la barandilla. Me ha parecido una eternidad desde que nos vimos en clase.

Te voy a enamorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora