¿Romeo y Julieta?

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Katherine...

--¿No te aburre tanto como a mi este día?, como el primer día de clases.

--A ti te aburre cualquier día de clases, sea o no el primer día.

--Woo, pero de que buen humor vienes hoy. Lo ves a ti tampoco te agrada el primer día de clases--decía Ruby mientras sacaba un brillo labial.

--En verdad que tanto maquillaje o perfume te afecta el cerebro. Solo faltan cuatro semanas para salir, y tú dices que es el primer día de clases.

Entramos al salón y nos sentamos hasta atrás. Ruby y yo nos conocimos por eso, porque el primer día de clases en la secundaria ambas queríamos el mismo lugar hasta el final de la última fila, después lo olvidamos porque a ella le encanto mi mochila roja y a mí me encantaron sus zapatos y finalmente solo terminamos siendo amigas. Aunque lo más raro y hermoso de nuestra amistad es que somos totalmente diferentes, pero creo que eso era lo que fortalecía nuestra amistad. Y algo también es que a pesar de que era como mi mejor amiga, no supiera todo sobre mí. Pero la quería muchísimo ya que ella siempre estaba conmigo en todo momento. Aunque no lo supiera todo por completo.

Me deje caer en mi banca escuchando los "chismes" que le contaban, pero que siempre eran ciertos y no sabía de donde rayos lo sabía. A veces creía que ella podría ser reportera de chimes. Todas las celebridades le huirían.

--Así que como Cristina le quito el novio a Samanta ya sabrás la que se le armo.

--A Cristina--le afirme para que supiera que estaba en su plática, a pesar de que estaba hojeando un libro que fui a sacar de la librería. ¡Puaj!, era una copia patética de Romeo y Julieta.

Ella negó rápidamente y abrió sus grandes ojos con la típica expresión de: "sé el mejor chisme antes que tu". Jamás me aburriría de esa expresión.

--¡No! a el novio. Lo cachetearon las dos--me dijo con tal emoción así que deje el libro de golpe en la banca y abrí la boca con sorpresa.

--¡Nooooo! --le dije, tratando de verme lo más sorprendida posible. Ella asintió lentamente y me sonreía mientras alzaba ambas cejas perfectamente depiladas. Yo solo reí y negué con la cabeza. Me encantaba que me contara "chismes" no porque fuera una fisgona ni metiche, sino porque siempre me lograba hacer reír.

***

El tiempo restante en lo que se llenaba el salón se la paso platicando, de cuando termino con su ultimo novio Daniel. Fue un drama todas las vacaciones. Me había invitado a su casa de verano, pero ya que mamá tuvo una de sus tantas recaídas no pude ir. --Aunque ella no supiera esa parte de lo de mamá y en vez solo sabía que tenía unas visitas de familiares lejanos--. Motivo por el cual no la dejaran ir sola y tuviera que ver todas las vacaciones a Daniel. Ocasionando que ambos se aburrieran y terminaran. Y así fue todo su drama, hasta que por fin llego el maestro de filosofía y nos silenció a todo el salón.

--Señores, ya no están en la primaria así que cállense--pero nadie hizo caso.

--Hola amigo me llamo Ruby, y soy soltera--decía Ruby mientras yo estaba inmersa en mi lectura, o más bien criticando al idiota que copio a William Shakespeare. ¿Cómo es que hasta en los libros pueden a llegar a ser tan patéticos declarándose amor a los dos días de haberse conocido? ¡Patéticos señores! Como no hice caso Ruby me jalo de la playera para que lo viera. Su gran atención la había llamado un hombre como era de esperarse. Era un tipo apuesto, no lo puedo negar era alto y un poco fornido, tenía una tez blanca como la de Ruby y sus ojos eran color café canela. Parecía que tenía el iris delineado de negro, haciendo que le resaltara más su color café canela. Canela canela canela; se me antojo una canela. Tenía el cabello un poco largo, que le caía en la frente pero le daba un estilo único. Estaba parado en la puerta por lo que supuse seria uno de los ayudantes de la secretaria. O alguien a quien nos mandó a darnos una plática o curso, aunque se vea demasiado joven para dar pláticas o cursos pero sea a lo que sea que allá ido, capto totalmente la atención femenina, y una que otra de hombres que aún no salían del closet.

Te voy a enamorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora