Prólogo

85 10 8
                                    

La fiesta "Mejórate Marabela" que Rayla y Rayna organizaron, había comenzado, y todas las hadas se encontraban en el palacio celebrando; sin embargo, y como de costumbre, el príncipe Carlos y Mariposa no se encontraban ahí.

- ¿Lo encontraste? – Preguntó Mariposa a Mila.

- No, pero no te preocupes, todos adentro saben que él nunca se aparece en fiestas, así que nadie sospecha.

- Lo sé, pero no consigo encontrarlo, y Lord Gastrous ha estado buscándolo desde esta mañana – Dijo con preocupación.

- Lo entiendo... Escucha, todos están tan preocupados con que este lejos, que nadie vigila su habitación, búscalo ahí, yo mantendré vigilados a los guardias por si alguno se entera de donde está.

Mila regreso a la fiesta, mientras que Mariposa siguió su consejo al ir a su habitación, encontrándose con Carlos.

- Carlos em – Mariposa se sentó a su lado, apoyando su mano en el hombro de Carlos – ¿Estas bien? Te estuvimos buscando por mucho tiempo.

- Lo siento, no me siento bien como para ir a fiestas – Contesto, pero Mariposa sabía que mentía, pues sujetaba un retrato de su madre en sus manos.

- Ella estará bien, no es la primera vez que enfrenta algo así y lo supera.

- La diferencia es que aquella vez fue veneno, y tú encontraste el antídoto, pero esta vez no se trata de un veneno – Balbuceó con una voz aguda.

- Lo sé, pero encontraremos una forma de salvarla, no debemos darnos por vencidos, estoy segura de que.

- ¿De qué? – Grito Carlos, interrumpiendo a Mariposa – Ya tratamos con los mejores doctores de todo el reino, incluso de reinos vecinos, ya tratamos con todo el conocimiento de Fairytopia, y nada ha funcionado – Se levantó, dejando el retrato sobre la cama con mucho cuidado – He tomado una decisión Mariposa, voy a anunciar que la reina está muriendo, y que las esperanzas de salvarla han desaparecido.

- ¿Estás seguro? Aún tenemos tiempo para intentar salvarla, los doctores dijeron que no le queda mucho, pero siempre debemos intentar hasta el final – Se puso frente a él, evitando que saliera de su habitación.

- Mariposa, agradezco que intentes animarme, pero este tiempo debemos usarlo para pedirle a algún reino vecino que nos brinde refugio, una vez que mi madre fallezca, no habrá manera en que podamos mantenernos aquí – Salió de la habitación, no sin antes mirar a Mariposa a los ojos, y soltar un desolado suspiro – Gracias Mariposa, al menos el reino cuenta contigo – Se despidió con una sonrisa melancólica, volando hacía la fiesta.

Mariposa se quedó en la habitación de Carlos, pensando en una posible solución a su problema, sin embargo, tras percatarse del silencio que había en el palacio, sabía que ya era demasiado tarde para evitar el pánico.

Pasaron dos semanas desde que la noticia salió a la luz, y los soldados habían comenzado a evacuar a los ciudadanos de Flutterfield, llevándolos a Shimmervale, pues era el reino más cercano.

- ¡Mariposa! – Gritó Catania, quien de inmediato la abrazó – ¿Cómo te encuentras? Me han dicho que has trabajado sin descanso.

- Solamente hago lo que todos hacen, no nos queda casi nada de tiempo, y aún nos queda mucha gente por evacuar, más las pertenencias, comida, y – Una fuerte jaqueca interrumpió la explicación de Mariposa, y, a su vez, la debilitó lo suficiente como para hacerla caer unos cuantos metros antes de que pudiera mantenerse en vuelo.

- Mariposa, no estas bien, por favor, acompáñame al palacio, necesitas que un médico te revise, ven, apóyate en mí – Ambas se fueron volando, y tras esperar unos minutos a que el médico real llegara, los nervios de Catania por la situación empeoraban cada vez más – Y bien, ¿Qué le sucede?

True LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora