Capítulo 7

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Mariposa y Henna habían estado volando el mayor tiempo posible, haciendo solo pausas cortas para descansar, hasta que finalmente se encontraban frente al reino.

- ¿Te sucede algo Mariposa? – Preguntó Henna, al notar los nervios de Mariposa.

- Es solo que no sé cómo reaccionara Carlos al verme, no creo que este muy feliz – Henna no pudo evitar reírse.

- ¿Enserio, esa es tu gran preocupación? Mariposa, Carlos está enamorado de ti ¿No?, estoy segura de que a lo mucho estará unos días sin hablarte – Henna tomó la mano de Mariposa y voló en dirección al palacio – Vamos, si alguien tiene algo que temer sería yo, y, aun así, no estoy nerviosa, así que no te preocupes tanto. Tan solo mantente a mi lado, y no te ocurrirá nada malo – Guiño su ojo, sosteniendo con firmeza la mano de Mariposa.

Ambas hadas volaron hasta llegar al palacio, donde a los pocos minutos de entrar, Catania las encontraría.

- ¡Mariposa! – Gritó Catania por la alegría de verla, yendo de inmediato a abrazarla – Me estaba preocupando, me alegro de que estes bien.

- Catania, te presento a Henna, es el hada del que te hable.

- Mucho gusto, soy el hada que intentó envenenar a la madre de tu prometido, es todo un placer – Contestó con sarcasmo, pero para su sorpresa, Catania se acercó a ella con amabilidad.

- Mariposa me contó que, con tu ayuda, Flutterfield podría ser salvado. Es todo un placer conocer a un hada con una mente tan brillante.

- Gracias – Contestó molesta, pues no esperaba que fuera un hada tan amable – Ya veo porque tú y Mariposa se volvieron tan... cercanas. En fin, no quiero retrasar lo inevitable, ¿Podemos ir a ver al príncipe Carlos?

- Con mucho gusto, pero permítanme acompañarlas, no creo que sea prudente que vayan solas.

- ¿Estas segura Catania? Si Carlos te ve con tanta tranquilidad cerca de Henna, podría enojarse contigo también.

- Agradezco tu preocupación, pero es en vano Mariposa, tal vez se pueda enojar contigo, pero conmigo no está aún en su derecho de hacerlo – Al mirar como unos guardias se acercan a Henna por la espalda, Catania inmediatamente se coloca frente a ella, deteniendo a los guardias – ¿Qué sucede?

- Su alteza, el rey Carlos nos ordenó capturar a un hada con las mismas características físicas que tiene el hada detrás de usted. Por favor, le pedimos que nos permita llevarla al calabozo.

- Comprendo, pero me temo que esa orden es revocada en este momento por orden mía, y deben saber que no quiero ningún otro incidente de esta clase, el hada del que ustedes hablan está bajo mi protección, si hay algo por lo cual responder ante el rey, entonces yo lo hare. Pueden retirarse – Sin más opción los guardias se fueron del lugar, dejando a las tres hadas solas.

- Entonces no voy a ver al príncipe Carlos, sino al rey Carlos – Dijo Henna, resaltando el título de "rey".

- Ah claro, lo siento, olvide por completo decirte que Carlos se convirtió en rey de Flutterfield hace no mucho.

- Bueno, parece que el rey estaba preparado para mi visita, así que, creo que deberíamos ir a verlo antes de que mande a más guardias ¿No creen? – Catania las llevo con Carlos, esperando que no actuara agresivamente – Lamento que tus guardias no me hayan podido llevar al calabozo, pero aquí estoy, ¿Tienes algo para decirme? – Preguntó Henna, sorprendiendo a todos, sobre todo a Carlos, quien inmediatamente se acercó a ella.

- ¡Cómo te atreves! Intentaste matar a mi madre envenenándola, y ahora vienes ante mí hablando en ese tono, como si de una visita casual se tratase, ¿¡De dónde sacas el coraje para hacer semejante estupidez!? – Carlos estaba a punto de golpear a Henna, pero rápidamente Mariposa se puso frente a ella, recibiendo así el golpe.

- Eres un – Henna se abalanzó sobre Carlos, cayendo ambos al suelo, golpeándolo con fuerza, y, a la vez, Carlos golpeándola de vuelta, lastimándose ambos, hasta que Catania y Mariposa los consiguieron separar – Eres un imbécil, tú no estás enojado conmigo porque haya intentado matar a tú madre, sé bien que no eres así de rencoroso. Estas buscando a alguien para culpar por su muerte, porque tu maldito título de príncipe no te sirvió de nada para ayudarla, pero ¿Qué crees? ¡Yo no la mate, no tengo culpa alguna! – Gritó furiosa intentando zafarse del agarre de Mariposa – Tú madre podrá haberse equivocado en muchas cosas en el pasado, pero al menos usaba su cerebro, en cambio tú maldito intento de rey, pones tus intereses propios por sobre tu reino. ¡Mírate! Eres patético, no fuiste capaz de salvar a tu propia madre, no luchas por salvar a tu reino, en su lugar, fuiste llorando a pedirle ayuda a otro reino, y cuando tienes la oportunidad de ayudarlos permitiendo que yo ayude, haces un berrinche, ¿Qué clase de rey se supone que eres? – Carlos consiguió soltarse de Catania, y justo cuando iba a volver a golpear a Henna, miró la herida de Mariposa, decidiendo irse del lugar sin decir una palabra.

- ¿Ambas están bien? – Preguntó Catania, preocupada sobre todo por Mariposa.

- Yo estoy bien, pero la nariz de Henna no deja de sangrar, tengo que llevarla a que la revise un médico.

- De acuerdo, yo tengo que informarle a mi padre sobre lo ocurrido, pero debo advertirte Henna, aunque seas de vital importancia, tus acciones tendrán consecuencias, no solo insultaste a un rey invitado, sino que también lo atacaste. Mi padre no estará para nada contento, así que, intenten no causar más problemas, y yo tratare de interceder por ti ante mi padre – Salió a buscar a su padre, dejando a las dos hadas solas.

- Vaya bienvenida ¿No lo crees? – Dijo sarcástica.

- No es momento de bromas, Catania tiene razón, estas en serios problemas – Ambas hadas volaron camino a ver al médico – Jamás te vi reaccionar así, ¿Qué te paso? – Henna miró en silencio el moretón que tenía Mariposa a causa del golpe – Estuve mucho tiempo aislada, supongo que quería desquitarme – Se excusó, evitando responder con sinceridad.

- Comprendo, pero eso no es motivo, Carlos no deja de ser un mimbro real, lo que hiciste fue un delito.

- Ahora que su madre no está me preguntó si las hadas en verdad lo verán como su legítimo rey. Además, el nunca quiso ser rey, ni siquiera le agradaba ser un príncipe.

- ¿Qué quieres decir con que no lo verán como un rey? – Preguntó Mariposa.

- Flutterfield no siempre tuvo una reina, ¿Recuerdas?, la nombramos gracias a que podía protegernos, y para entonces ya era madre de Carlos, así que no creció para ser un miembro de la realeza, ni tampoco posee las mismas habilidades que su madre, y si a eso le sumamos el hecho de que, apenas ascendió a rey, no ha conseguido hacer nada para demostrar que esta hecho para tal puesto, ¿En verdad crees que las hadas mariposa lo van a aceptar? Tal vez lo acepten como esposo de la princesa Catania, pero jamás como un líder, y mucho menos como un auténtico rey.

- No lo había pensado de esa manera – Afirmó Mariposa preocupada – Si las hadas mariposa no lo aceptan como su rey, Carlos va a cargar con un peso muchísimo mayor que ahora.

- Que lástima por él, ¿No lo crees? Pero es su culpa por no ser capaz de ofrecer nada a su propia gente.

- Estás feliz por esto ¿O es mi impresión?

- Solo digamos que me alegra ver que yo tenía razón al buscar no depender de la reina, y que ni su propio hijo pueda ayudarnos. Al menos ahora, me tienen a mí para ayudar.

True LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora