Capítulo 6

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- Tal parece que tu amiga si te acompañara – Comentó Topacio – Pero lamento informarte que no es tan sencillo.

- ¿De qué habla? – Preguntó Mariposa.

- Me temo que podría escapar, y si es tan hábil con los venenos, no puedo permitir que ponga en peligro a más personas.

- Comprendo su preocupación, pero ya antes le explique porque es que es tan importante que ella venga conmigo – Dijo Mariposa.

- Lo sé, y por ello las dejare ir con una condición – Topacio señalo unas esposas que se encontraban en la puerta – Deberá ir esposada a ti, así estaré segura de que podrás controlarla sin problemas, además de ello, en cuanto salgan de mi hogar, iré a visitar a la encantadora para informarle de esta situación.

- Si es necesario para que ella venga conmigo, aceptamos sus condiciones – Mariposa coloca las esposas en las muñecas de ambas, consiguiendo así que Topacio las dejara ir.

- ¿En verdad crees que me voy a escapar? – Preguntó Henna.

- No, pero no quería quedarme más tiempo del necesario – Mariposa se detiene en seco debido a un mareo, que, de inmediato, hace que se ponga pálida. Antes de caer al piso, Henna consigue sujetarla, para ponerla en el piso con delicadeza.

- Mariposa, ¿Qué te sucede? – Preguntó angustiada – ¿Ella comió algo antes de venir? – Dijo mirando a Elina.

- No – Contestó mientras se acercaba a Mariposa preocupada – Cenamos juntas, pero antes de eso, cuando la encontré, se veía muy débil y agitada, no creo que esto sea por saltarse el desayuno.

- Una cosa a la vez, ayúdame a llevarla a tu casa, así podrá comer – Dijo mientras levantaba cuidadosamente a Mariposa, intentando no hacer movimientos bruscos.

- Claro, pero, no puedo volar y el camino es algo largo caminando, ¿Crees aguantarlo?

- Tú solo ayúdame a llevarla, lo importante es que ella este bien, no te fijes en mí – Contestó inmediatamente.

Ambas hadas llevaron a Mariposa hasta la casa de Elina, donde, esta última, enseguida le preparo comida, mientras que Henna la acostaba en la cama.

- Voy a matar a Carlos – Dijo en voz alta, sin percatarse de ello.

- ¿Disculpa? – Dijo Elina, llevando la comida a Mariposa. Ambas la acomodaron para que pudiera comer sin sentarse.

- Ella vino aquí, en estas condiciones solo porque tuvo que desobedecer al maldito príncipe. Si él le hubiera concedido permiso, estoy segura que habría venido en mejores condiciones, y ahora para el colmo tenemos que usar estas malditas esposas, que además de frías, lastiman – Apretó la cadena de las esposas con ira – Por culpa de él ella se encuentra en esta condición.

- No lo culpes – Alegó débilmente Mariposa – Últimamente no he estado muy bien de salud.

- ¡Aún peor! Sí fuera un buen príncipe, se preocuparía por su gente. Tú ayudaste a que yo no asesinara a su madre, te debe mucho, el reino entero te debe su gratitud, ¿Cómo es posible que tengas tiempo en estas condiciones? – Mariposa sonrió ante sus palabras, provocando confusión en Henna – ¿Qué?

- Estoy contenta. En el fondo sabía que la Henna que se preocupaba por otros, la que siempre estaba para brindarme su apoyo, es la verdadera tú. Estoy tan feliz de poderte escuchar así – Contestó con voz dulce, dejando a Henna sin palabras.

- Em, creo que Bibble me llama, suele meterse en problemas a menudo, vuelvo en unos momentos. Dejó que tu la sigas alimentando – Dijo refiriéndose a Henna, saliendo a buscar a Bibble como excusa para dejarlas a solas.

True LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora