Mi Alma Gemela II (Allward)

Veneno dulce.

Artur preparo el brebaje que era espeso, cristalino y rojo, un olor dulce emanaba del líquido, el chico tomo un poco de frutillas y las mezclo con el veneno.

–Listo mi querida Nadja, pronto tendrás más compañía... No volverás a sentirte sola nunca más.

(...)

Mientras en el sótano, Al buscaba el momento exacto para poner en marcha su plan, ya habían disfrazado a un par de títeres como ellos incluso una esfera dorada para que esté se pareciera a Timcanpy.

–Bien Al... Ya estamos listos –dijo la chica con un disfraz de criada, mientras Al tenía un traje de mayordomo, Timcanpy se poso en el hombro de Al mientras esté hacía un círculo de transmutacion en la puerta, logrando abrirla, los chicos salieron y volvieron a cerrar la puerta nuevamente.

(...)

A

rtur ya había acabado con la primera parte del plan, en una mesita en medio de su habitación estaban unos cupcakes con betún rosa y decorados con fresas, dentro a modo de relleno estaba el dulce veneno listo para ser comido por sus víctimas.

Artur se preparó y salió para encontrarse con el general Cross y su acompañante.

–Pero que oportuno... Veo que se encuentra en su habitación después de todo.

–¿Que es lo que busca? –dijo Artur dejándolos pasar.

–Solo estábamos investigando... Vaya ya es la hora del té –dijo Cross viendo la mesa puesta.

–Solo estaba haciendo un breve ensayo de una cena para mi prometida... –afirmo el más joven.

–¿Supongo entonces que vendrá aquí? –dijo el rubio viendo la mesa puesta.

–No, solo me gusta hacer estos ensayos para saber cómo comportarme adecuadamente con ella –dijo el chico tranquilamente.

–No es usted muy grande como para jugar con muñecas, solo he visto a niñas jugar con algo así –dijo el general viendo las incontables muñecas que los observaban.

–son parte de mi colección, son finas muñecas que he conseguído, la mayoría las he echo yo mismo –dijo el joven mientras les entregaba a cada uno, uno de los postres.

–Comanselos son deliciosos... Si no es mucha molestia me gustaría mejor que salieran de mi habitación.

–Esto no cuenta como un soborno. –dijo Cross.

–No, solo es parte de mi hospitalidad –dijo Artur mientras cerraba la puerta.

–¿Pastelillos es en serio? –dijo Cross mirando el dulce postre en sus manos.

–Pues no sé tú pero a mí me encantó el sabor –dijo Hohenheim mientras devoraba dicho postre, Cross enojado le dió una mordida también y se fueron ambos, durante el camino notaron algo en el postre.

–la mermelada de relleno sabe sospechoso... Es dulce.

–Son fresas.

–No Van, algo más... No lo sientes, un poco amargo –dijo Cross el rubio le dió una lamida a la mermelada y lo sintió.

–Si, sin duda... La llaman la dulce muerte, es el veneno más potente y dulce existente.

–Si, si fuéramos mortales ya hubiéramos muerto... –dijo Cross mientras daba otra mordida al pastelito –pero hay que admitir que tiene un sabor exquisito.