Mi Alma Gemela II (Allward)

Pequeño ángel.

3 meses después...

La lejania no evitaba que Ed mandará cartas diariamente a Al, todos los días a manera de diario escribía una carta nueva para Al contándole su día a día, los entrenamientos duros de Cross, y sobre todo como es que la nieve ya había dejado de caer para finales de febrero, Ed había cumplido los 16 años recientemente pero para él aquello no era más que un número sin importancia, sin embargo aquel día todos habían echo cosas muy especiales para él, desde un delicioso pastel hasta darle obsequios un poco caros, aquel día Allen había echo demásiado para Ed hasta hacer que este se empalagara de tanto cariño.

Era ya por marzo y la mejoría se veía en el entrenamiento, Cross veía el potencial que tenía su nuevo alumno durante las batallas era bueno en la pelea, su inocencia aprendió a convivir con su portador ayudándole a superar más situaciones así.

Cross consideraba que podría mandar a misiones a aquel chico lo más pronto posible, hablo con Komui sobre eso que podrían probar por estos 3 meses restantes la capacidad del rubio para cumplir con las misiones al ser alguien experimentado en esta clase de situaciones y ya tener el control de su inocencia.

Komui accedió pues no dudaba mucho de las capacidades de Ed, al contrario todos pensaban que el chico estaba listo para las misiones y las batallas en él.

Sin embargo todavía debían trabajar en una cosa, la sincronización con su pareja de batallas.

(...)

Mientras en el arca, los Noé como siempre tenían sus propias preocupaciones, algunos todavía dudaban de su alianza con Padre de quién suponían las dudas más terribles, dudaban que padre les fuera de ayuda después de todo aquel hombre buscaba algo que ellos tenían: la vida eterna.

Aunque ellos no la conservaban del todo dudaban en confiar en sus homónimos.

Sin embargo había una Noé que no desconfiaba de uno solo de los Humunculos, Road prácticamente se había echo de una amistad con algunos de ellos, le encantaba jugar con Gula al té, pararse en el balcón junto a Envy a mirar a las personas y maldecirlas, con el más joven de los Humunculos disfrutaba de jugar con él a hacer bromas, durante las reuniones los demás veían normalmente a Road conviviendo con alguno de los tres, pero normalmente siempre Envy estaba apartado del resto.

Nadie entendía ese comportamiento, desde hacía unos meses Envy había cambiado de parecer, su forma antes egocéntrica, vanidosa, y temperamental como cualquier adolescente, ahora sentía que algo en él faltaba, había algo en su interior que anhelaba, pero él no sabía que era lo que deseaba.

Todo paso después de ese día, cuando el "enano de acero" había dado a luz a su pequeño bebé, Envy pudo tener en sus brazos a dicha criatura por unos minutos... Extrañamente no sintió repugnancia o odio hacía esa criatura, al contrario al tomar la forma de Ed durante esos minutos y hacerse pasar por él fue suficiente para que empezará a sentir ese extraño sentimiento de pertenencia hacía aquel bebé... Era como si algo dentro suyo quisiera arrebatarselo.

–¿Pasa algo contigo? –le pregunto Lust un poco molesta al verlo ahí actuando como un adolescente antisocial.

–No, no me pasa nada... –dijo Envy un poco molesto, miro a Gula ahí queriendo atascarse con la mesa de los dulces junto con Road.

–Solo que no convivo con glotones.

–Ay Envy, hay algo distinto en tí... –dijo Lust en un tono más suave, el mencionado solo desvío la mirada con el rostro sonrojado.