Luces fugaces.

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En una casa tranquila una pequeña niña jugaba con una muñeca, mientras veía a su padre bastante pensativo.

-Mi amada esposa... Si no me imagino una vida sin tí... No me imagino como será para los hermanos Elric estar uno sin el otro, nacieron juntos, vivieron juntos, fueron a aventuras juntos y de la nada llega un chico guapo que los separa... Supongo es algo natural en la vida, pero porque se siente así.

-Cariño... Creo que piensas demasiado en los Elric...

-Es muy triste, piénsalo así... si tuviéramos una hija más y de la nada una de nuestras princesas vaya a estudiar al extranjero, se extrañarían ¿o no?

-Por supuesto cariño, pero debemos entender también que algún día todos los pajaritos volarán lejos del nido, cada uno en distintas direcciones, y ellos no son ajenos a esto, a pesar de las cosas cada uno debe entender la situación.

-Lo se... pero incluso para mí esto es increíble -dijo el hombre tocándose la sien con sus manos.

(...)

En el mismo rincón, Ed con la mirada al suelo continuaba en sus sollozos, escucho unos pasos casi adivinando de quién serían solo dijo.

-Alejate... déjame en paz Allen -Ed volteo y vio al albino, este solo paro unos segundos.

-Solo quería... ayudarte...

-¡No existe ayuda en esta situación!... ¿sabes lo que es que te separen de la única familia que has tenido y conocido toda tu vida?... ¡obvio que no! ¡Ni siquiera tienes una familia!-le grito Ed a Allen, el albino trato de acercarse pero Ed no lo permitía, a pesar de no querer hacerlo, Allen no tuvo otra opción tomo las muñecas de Ed y lo acorraló contra la pared tomando sus muñecas con fuerza tratando de inmovilizarlo, Ed no era alguien que se dejara fácil y Allen lo sabía bien, apego su cuerpo más al del rubio, inmovilizando con su pierna la pierna izquierda de Ed, el rubio trato de separarse al verse en esta situación, Allen lo estaba tomando con rudeza le dolia un poco la muñeca ya que el albino las apretaba con fuerza, Ed miro al rostro del albino, este se veía molesto sus ojos platas miraron desafiante al menor.

-Edward... -su voz resonó en su cabeza, el rubio sintió como los nervios se agolpaban en su cabeza.

-Esta bien... -Allen soltó a Ed y dió la vuelta -Piensas que está situación no me importa... pero creas o no me importa tanto como tú... Pensé que podrías solo dejar de guardarte todo y confiar un poco más en mi en esta situación, realmente llegue a pensar que me considerabas como alguien más de la familia, pero solo te importan tus prioridades... Talvez tengas razón, no se que es tener un hermano, no se que es lo que se siente el amor de madre... Pero ahora que estoy unido a una familia gracias a tí, puedo entender en parte lo que se siente, parece insignificante pero es algo de mucho valor para mí él verte feliz -admitio Allen solo volteo al frente, no esperaba mucho de la reacción de Edward, solo espero a que se calmara, sintió entonces la mano del rubio tomar la suya, volteo logrando ver la cabellera rubia abajo aún llorando por todo lo que había dicho.

Allen lo tomo del mentón haciendo que lo mirara al rostro, la mirada acuosa llena de lágrimas y sus mejillas húmedas dándole una sensación de profunda ternura, Allen lo abrazo y lo llevo consigo, al llegar les pidió a todos a excepción de Al que se fueran, así lo hicieron, Ed normalmente se dejaba llevar mucho por lo que sentía haciendo que aquello lo llevará a cometer distintos actos incorrectos.

-Allen... Al... lo siento por haber actuado así, no debí hacerlo, se que es un momento difícil... Pero no sé cómo reaccionar ahora, no se que pasará después y eso... me tiene muy preocupado.

Mi Alma Gemela II (Allward)Where stories live. Discover now