Caprichos.

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Solo había pasado un mes después de la decisión de Ed, el vientre estaba solo un poco abultado, no era algo muy notorio, pero Ed procuraba no hacer mucho esfuerzo, había dejado de ir a misiones desde que el embarazo comenzó, iba a los chequeos constantemente sin muchas preocupaciones, informaba por teléfono toda la evolución del embarazo, solo había sentido algunas náuseas matutinas nada fuera de lo común, sin embargo aún así nadie procuraba descuidarlo ni un segundo, los antojós eran parte de aquellos síntomas que menos agradaban al rubio, ya que había comenzado a tener antojo de lácteos cosa que él detestaba, procuraba aguantar dichos antojos, pero una mañana no pudo resistirlo más, apenas el sol había salido y Ed había abierto los ojos, el hambre lo invadió, se levantó de la cama y bajo hasta la cocina, era tan temprano que seguramente Winry (que se había ofrecido a cuidar de Ed durante su embarazo) seguía dormida.

Alphonse por su parte estaba en el jardín jugando con el par de gatos con una pequeña ramita que llevaba atada con una cuerda unas cuantas plumas, Ed lo miro desde la ventana con algo de simpatía, y siguió su camino hasta la cocina el hambre ganaba en esta ocasión, vio en el refrigerador algo que llevarse a la boca, pero apenas vio el envase de leche sintió cierto antojó, le dolía recordar que llevaba apenas un mes queriendo comer cosas así, no quería arriesgarse a tomarlo pero el bebé dentro suyo lo exigía.

-Mierda -dijo viendo la situación, tomo el envase y lleno un vaso, no sintió la típica repugnancia de siempre, al contrario lo bebió.

-No sabe tan mal -dijo Ed mientras tomaba otro sorbo, a los pocos minutos Winry apareció, despeinada y con mucha impresión al ver a Edward tomando lo que ni con todo el dinero del mundo lo convencerían de tomar.

-Ed... ¿Estas tomando lo que creo que es? -le pregunto Winry.

-¡Este bebé lo quiso!... -exclamo señalando su vientre.

-ese bebé te convence de hacer muchas cosas por lo que veo... -dijo ella luego de ver lo que creía imposible.

-No has tenido malestares a aparte de antojos de cosas que nunca comerías.

-No solo el mareo y los vomitos, nada fuera de lo normal. -contesto el rubio.

-Bueno espero que siga así... -dijo Winry mientras iba a comenzar a preparar algo para el desayuno.

Ed no sabía que más hacerlo últimamente Winry se preocupaba más por su salud luego de enterarse de su condición, no quería que él hiciera el más mínimo esfuerzo, lo mantenía en reposó casi siempre en su habitación algunas veces lo dejaba salir a la terraza, pero la mayoría de veces solo era la sala y su habitación.

Mientras Winry seguía con sus obligaciones de siempre con el adicional de cuidar a Ed, lo cuál era hasta cierto punto un poco difícil por el carácter de este, el rubio se sentía inútil haciendo nada, quería ayudar a Winry con algunas cosas del taller pero ella se molestaba apenas tocaba la caja de herramientas, un sartén o cualquier cosa, por lo que solo pudo atenerse a quedarse en casa leyendo libros sobre alquimia, pero Winry incluso vigilaba hasta la posición de como se sentaba, no permitía que estuviera acostado boca abajo, o de costado, cualquier cosa le corregía.

Ed solía quejarse de eso con Allen con quién pasaba hablando durante horas a través del teléfono, sin embargo detrás de Allen había siempre un malhumorado Komui esperando a que Allen soltará el teléfono, sin embargo detrás de Komui estaba un general loco por él y buscaba despistarlo de su trabajo lo cual no era algo muy difícil con solo decir "vámonos a otro lado" él accedía y acababan por terminar en actos provocados por su lujuria, lo que le daba a Allen más tiempo para seguir con su plática.

Todo parecía ir normal, pero detrás de las sombras más oscuras, la maldad reinaba en el corazón de la más joven de los Noé, ella seguía de cerca los pasos del joven peliblanco del que ella gustaba, lo quería para ella, pero la presencia de las interferencias que habían entre ella y el albino le molestaban, una de esas interferencias no eran nadie más que la joven Lenalee a quien solía verla muy apegada a él, después Lavi y durante un tiempo un chico rubio que desapareció al pasar los días, había logrado perderle el rastro, sin embargo considero a ese rubio aún más peligroso que el resto, no sabía porque pero odiaba la presencia de ese chico cerca de Allen, dudaba que el tiempo le diera razones para entenderlo, pero aún así quería saber que pasaba dentro de las instalaciones de la orden oscura.

Mi Alma Gemela II (Allward)Where stories live. Discover now