Mi Alma Gemela II (Allward)

La historia de una familia.

Los chicos llegaron hasta las afueras de una casa enorme y linda, Ed tocó la puerta... Sentía muchos nervios de ver a Hughes y este le recriminara por haber tenido un bebé o simplemente comenzará a hacer muchas preguntas.

Ed tocó la puerta dando ligeros golpesitos lucía tan asustado como para decirle a Hughes la verdad, Allen tocó la puerta con más fuerza estaba más calmado al no entender la situación a diferencia de Ed que sudaba frío.

Entonces la puerta se abrió, una mujer con la mirada dulce los vio afuera y una sonrisa se poso en sus labios.

–Edward... un gusto volver a verte, ¿que te trae por aquí? –dijo la mujer muy contenta de volver a verlo.

–Un gusto verla de nuevo...

–¿quien es tu amigo? –dijo la señora sin quitar la sonrisa de su rostro dirigiéndose al albino.

–Un gusto soy Allen Walker –La mujer sonrío al ver a Allen un poco nervioso.

–Pasen supongo que vienen por el pequeño Edén... ¿Cierto? –dijo la señora dejando pasar al par de chicos.

–Si, ¿en dónde está? –pregunto Ed cuando pasaron y vieron a la pequeña niña de tres años jugando con el bebé de 4 meses que miraba con seriedad los juguetes de la niña.

–¿Quien quiere que le haga caballito? –dijo Hughes apareciendo detrás del sofá.

–Yo quiero... –dijo la pequeña niña, Edén por su parte se veía concentrado examinando todo a su alrededor hasta que notó a ciertas dos personas, su rostro se ilumino por la llegada de sus padres, puso sus brazos en el suelo y comenzó a patear el suelo trato de mover sus manos así como las lagartijas que había visto hace tiempo en casa de Winry, Edén imitaba ese movimiento un poco torpe casi arrastrándose por el suelo mientras sonreía, y se dirigía a Ed y Allen.

El rubio llegó hasta él y lo tomo en sus brazos.

–¿Cuántos meses tiene? –pregunto Hughes.

–Ya cumplió los 5 meses la semana pasada –dijo Ed cargandolo en brazos.

–5 meses... Es todo un prodigio, a este paso caminara a los 8 meses. –dijo Hughes acariciando la cabeza del pequeño.

–Por cierto ¿Que hacen ahora cuidando a un bebé?... ¿es hermano tuyo? –pregunto el mayor a Allen.

–Bueno es difícil de explicar... verá... Ese bebé es... nuestro –dijo Allen señalando a Ed, el hombre y su esposa miraron curiosos a los dos chicos y posteriormente al bebé.

–No puedo creerles... –dijo el mayor a punto de desmayarse.

–Querido tranquilo... Mira tiene los ojos de Ed y el cabello de Allen, es una fusión de los dos chicos... ¿Es lindo no?

–Emmm si pero... Ed no eres muy joven para esto.

–Si me dieran una moneda por cada que me lo dicen sería millonario... Si, pero bueno, es nuestro pequeño –dijo Ed mientras el bebé buscaba leche del pecho de Ed con desesperación.

–Ya tranquilo después te alimento está bien –dijo Ed mientras le entregaba el bebé a Allen.

–Ya tuvimos varias sorpresas hoy... ya nos vamos –dijo Allen, pero la mujer los detuvo.

–Pero chicos es muy tarde, porque no se quedan está noche –dijo la mujer convenciendolos.

–Bueno... Pero nos iremos mañana temprano a visitar a Al... –dijo Ed comvenciendose, además de que debía contar más detalles ahora de lo que sería su próxima vida.