Megan McAllen no la ha tenido fácil gracias a que nació intersexual. A pesar de haber nacido en una familia escocesa que la hace sentir segura, respetada y aceptada, jamás tuvo amigos. Excepto Jess.
Jess Parker es una chica inglesa que conoce a Meg...
Habíamos terminado el primer año y recibí una invitación de los Parker para pasar las vacaciones con ellos y Jess se limitó a contestar por mí, arrastrándome con ella a Londres.
Era una excelente oportunidad para tener tiempo de calidad juntas y relajarnos luego de los estresantes exámenes finales.
Tras haber llegado y ser recibidas por George, Elizabeth y su abuela Victoria, decidimos ir todos a pasear, así que fuimos al parque de diversiones. Y es que Jess estaba molestando a su padre con que aún podía ser una niña y él para molestarla dijo de ir al parque y nos arrastró ahí.
Tras cambiarme a algo más apropiado para salir, nos encaminamos y Jess me miraba con una sonrisa.
-Esa camisa te queda increíble. Y ese pantalón...
Miró descaradamente mi trasero y parte delantera, por lo que tuve que reírme. Me había puesto un pantalón pegado al cuerpo y que te hace ver muy bien y que, además, marca mi entrepierna. Ya no me molestaba que se notará mi intersexualidad, es más, quería que los demás vieran que ahora me sentía bien conmigo misma.
Jess también se veía muy bonita. Con un pantalón que resaltaba sus curvas, una remera sin mangas y un chaleco de cuero que combina perfectamente con su pelo rubio.
Jess me arrastró al carrusel y mientras me sentaba en un caballo, ella se subió en el de adelante, pero al revés, mirándome. Sonreí al ver su risa y más porque me hizo un gesto para que me acerque.
Noté a un costado a Elizabeth riéndose de nosotras mientras sostenía su celular para sacarnos una foto. Y como a esta hora aún no habían niños, sino que había gente adulta o adolescentes, me acerque y me arriesgué a hacer algo más osado.
Levanté una de las piernas de Jess y me senté en el caballo, con ella medio sentada sobre mis piernas. Me sostuve del caño de hierro que sostenía al caballo y Jess me envolvió por la cintura, dejando que me acerque a su rostro sin quitarnos la mirada y sosteniendo su pierna con mi otra mano.
Y fue gracioso porque uno de los encargados de manejar el juego, le pidió el celular a Elizabeth y se acercó para sacarnos una foto.
Nos mostró la imagen antes de devolver el celular y sonreímos.
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Mientras George, Elizabeth y Victoria se reían de la foto, yo miré a Jess en mis brazos y la miré con una sonrisa en medio del movimiento. Y ella tomó mi rostro, acercándome a ella para que la bese.
Le di un corto beso y nos dedicamos un momento para vernos a los ojos. El juego se detuvo, pero no quería moverme, así que tome dos boletos y se los entregué al chico para que nos dejara una vuelta más.
Regresé mi atención a ella, notando que sonreía y continué mirándola.
-Jess... -Dije y me observó, esperando que continúe-. Sé que tienes que buscar una nueva habitación porque dónde estabas dejarán de hospedar estudiantes, pero...
