La vida es un boomerang

11- Revisión médica

Hoy me he levantado más pronto de lo normal ya que, tengo que coger un bus para ir a la consulta del médico. Hoy me harán una radiografía para saber cómo progresa mi tobillo. Espero no llevarme sorpresas porque con lo de mi hermano ya tengo suficiente.

Señor Michael, pase por favor.-Dice un hombre de mediana edad saliendo de la consulta de rayos x-.

Una vez que he acabado me dice que tengo que ir a la consulta de mi médico para que me diga los resultados, pensaba que tendría que esperar unos días.

Buenas noticias para usted Michael, su tobillo está perfecto, por lo que puedo ver aquí ha soldado sin problemas así que voy a quitarle el yeso. A partir de hoy comience a caminar pero solo por casa, de momento solo interesa que camine por un terreno plano.

Seguiré sus recomendaciones doctor, gracias.

En el trayecto de camino a casa, noto como mi móvil vibra en el bolsillo de mis pantalones y enseguida veo que es Vanessa.

¿Te viene bien que vaya a tu casa esta tarde? Hace unos días me enteré de tu lesión pero he estado tan ocupada con el trabajo que no he podido visitarte antes.

Claro, pásate por aquí, ¿Cómo te enteraste? Últimamente no hablamos apenas.-Digo curioso-.

Fue por nuestro jefe, estaba hecho una furia, deberías de haberlo visto cuando estaba hablando contigo. En ese momento le pregunté qué pasaba y me lo dijo. Bueno, a las cinco voy a visitarte.

Ya ha pasado la hora de mediodía y yo estoy comiéndome una tableta de chocolate la cual soy consciente que tendré que quemarla luego aunque sea en casa. Cuando me quiero dar cuenta, Van ya ha llamado al timbre.

Hola Michael, ¿Cómo te encuentras? Veo que no tienes ninguna venda o yeso.-Dice mirando mi pie-.

Hola Van, lo tenía pero justo esta mañana fui a revisión y ya me lo han quitado, ya el tobillo está curado.

Oh, cuánto me alegro por cierto yo y los demás compañeros te echamos mucho de menos en la tienda, ¿Cuándo podrás volver?

La verdad es que ya no volveré, el jefe me dijo que no me aceptaría ya allí así que te vas a tener que acostumbrar a trabajar sin mí.

Vaya, la verdad es que nuestro jefe es un gruñón pero y entonces, ¿De qué trabajarás ahora?- Pregunta ella curiosa-.

Justo te iba a contar, no puedes decírselo a nadie pero, mi hermano se ha ido de la ciudad y seguramente sea yo el que de ahora en adelante lleve el restaurante.

Ah, es buena idea sí, no sabía que tú también sabías cocinar Michael.

Bueno tendré que hacer algunas modificaciones en el menú pero, cambiando de tema, no te he visto muy sorprendida con lo de mi hermano ¿No?- Pregunto centrando mi vista en ella-.

Claro que sí, lo que pasa que hay veces que no lo demuestro.-Dice luciendo una sonrisa cerrada-.